¿Miedo a que le chiflen?

Hay perredistas que no soportan a Andrés Manuel López Obrador. Piensan que el obcecado tabasqueño dejó ya de ser un activo para la izquierda. Uno de ellos es el senador Graco Ramírez, secretario de la comisión de Energía de la Cámara alta y representante del amarillo en las negociaciones para la Reforma Energética.

Graco nos había confirmado que estaría presente la tarde del pasado miércoles, en el Hemiciclo a Juárez, para la Asamblea Informativa convocada por el legítimo, pero no asistió. ¿Qué pasó? Preguntamos. “No es por miedo a que me chiflen, sino porque no quiero someterme a Andrés Manuel; ya nos ha costado mucho electoralmente”, respondió.

El legislador morelense tenía un año ocho meses, contaditos, de no ver siquiera al caudillo tabasqueño por la gracia de Fox. Se lo topó hace tres días en casa de José María Pérez Gay, con motivo de una reunión a la que asistieron los intelectuales que forman parte del Movimiento para la Defensa del Petróleo, que encabeza el tabasqueño. Los dos aplicaron la táctica salinista de “ni lo veo, ni lo oigo…”
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El lunes próximo habrá un cónclave amarrillo que será clave para la reforma energética. Asistirán todos los gobernadores del PRD, el Comité Ejecutivo Nacional de ese partido, los coordinadores parlamentarios y los legisladores involucrados en las negociaciones. De allí saldrán definiciones que serán determinantes para que haya o no reforma de consenso.

Los representantes del PRD no firmaron los tres dictámenes aprobados en comisiones, a pesar de que no tenían objeciones de fondo. Dijeron que lo harían cuando estuvieran listos los siete dictámenes que componen la reforma energética.

Eso ha provocado fuertes tironeos entre los negociadores y ha atemperado el optimismo inicial. Esta ambigua posición de senador Pablo Gómez provocó que uno de los integrantes de la Comisión reprochara: “No me padrotees”

Dos temas provocan la incertidumbre: las filiales paraestatales que quiere el PRI; y los famosos “contratos incentivados”. Estos últimos tienen que ver con dinero privado en la exploración de nuevos yacimientos y servirán de pretexto a Andrés Manuel López Obrador para movilizar a sus huestes contra la reforma.
Por lo pronto, el diputado obradorista, Alejandro Camacho, ya dio color sobre lo que piensan de los contratos incentivados “Son contratos de riesgo, son de la misma parentela, nada más que nos quieren hacer creer que es una propuesta diferente”, declaró.
De lo que se viene, dijo: “Estamos en alerta roja. No se descartan varias acciones que, por cuestiones de estrategia, no podemos detallar. Lo que sí podemos aseverarles es que nos estamos preparando para paralizar el Congreso de la Unión, si esto es necesario.”
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A Agustín Carstens “le ganó la emoción” en las acusaciones que hizo a un grupo de empresas de especular con el tipo de cambio y hundir el peso. “Definitivamente fue un desliz”, reconocen altos funcionarios del gobierno federal, quienes hubiesen preferido que el secretario de Hacienda evitara ese episodio lopezportillezco, que colocó a la clase empresarial, sin distinción, en una posición muy incomoda.
Los llamados a Cartens para que haga públicos los nombres de los supuestos especuladores se han multiplicado. El pleno del Senado aprobó ayer, por la vía de urgente y obvia resolución, un punto de acuerdo que exige al secretario de Hacienda información al respecto.

El problema es que la Ley no le permite revelar los nombres. Los que compraron masivamente los dólares, y no cometieron ninguna falta, están amparados por el secreto bancario. “Mientras no haya sanciones, no se pueden revelar los nombres”, recordó la misma fuente gubernamental.

Los senadores tendrán que atenerse a ello o cambiar la Ley.
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Carlos Jiménez Macias levanta la mano y dice “aquí estoy” para la elección de gobernador en San Luís Potosí. A la encuesta de Mitofsky, que ubica al diputado Jesús Ramírez Stabros como el gallo fuerte del tricolor, el senador contrapone las de Parametría y Arcop, que lo ubican como el priista que encabeza las preferencias.

Arcop dice que el 16 por ciento de los militantes está de acuerdo en que Jiménez Macias sea el candidato, por encima de Jesús Ramírez Stabros, quien registra un 5 por ciento. Parametría destaca que sin haber emprendido campaña alguna, el senador tiene una diferencia de apenas 8 puntos por debajo del panista Alejandro Zapata Perogordo, el puntero en todas las encuestas.

A Jiménez Macias no le gustó que 23 de los 26 presidentes municipales priistas se pronunciaran por Jesús Ramírez Stabros como “candidato de unidad”. El senador quiere la consulta directa a militantes y simpatizantes.
“Si me ganan bien lo acepto, no estoy obsesionado. Ya se me pasó la calentura. ¿Qué la consulta divide? El PRI debe correr los riesgos de la democracia”, opinó el senador potosino.

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