Kriptonita.

Las cosas van de mal a peor para Germán Martínez. No solo le crecen en las encuestas Santiago Creel y Manuel Espino, que son como kriptonita para el jefe nacional del PAN, sino que ayer fue acusado públicamente por el senador panista, Eugenio Govea Arcos, “robarle” la elección de candidato a gobernador de San Luís Potosí.

A propósito de esa elección, celebrada el pasado domingo, Marcelo de los Santos, gobernador de esa entidad, nos comentó alguna vez que si Alejandro Zapata salía bien librado de la elección interna, sería, sin duda, su sucesor en el Palacio de Gobierno. El PRI no pinta en la tierra de Francisco González Bocanegra. El PRD menos.

Alejandro, quien no ha sido precisamente santo de la devoción del mandatario potosino, se impuso en los comicios internos por casi 5 mil votos. De acuerdo a las cifras oficiales, obtuvo 19, 381 votos, contra 14, 734 de su adversario huasteco.

Durante el proceso, que duró 60 días, Govea se quejó de que algunos alcaldes de la entidad desviaron recursos a favor de Zapata. El reclamo llegó a la primera plana de un diario de circulación nacional. El tema daba para el escándalo. La palabra cochinero volvía a escribirse, pero esta vez la pintaban de azul. Al final resultó puro ruido mediático. El aspirante perdedor ni siquiera llevó el caso a los tribunales.

La noche del domingo fue declarado oficialmente el triunfo de Zapata por José Espina Von Roeherich, presidente de la Comisión Nacional de Elecciones. Nada parecía enturbiar seriamente el proceso interno. Govea, en su primera rueda de prensa, reconoció que el resultado no le favoreció numéricamente.

Eugenio es Senador. Regresó ayer a su escaño. De San Luís Potosí se trajo las graves acusaciones en contra de Germán Martínez, jefe nacional del PAN, pero también de José Espina. A los dos los responsabilizó, ante la prensa nacional, del “atraco” del que, según él, fue víctima. “Me robaron y dejaron el recibo”, repetía.

Govea jura que le inflaron el padrón de activos y adherentes con derecho a voto. De 61,500 electores lo subieron a 68,500 el pasado 11 de junio –cuando ya había vencido la fecha para apuntar adherentes. Incorporaron a los 7 mil nuevos votantes, dijo, “para favorecer de manera dirigida y sesgada a Alejandro Zapata.”

En la mano traía una pequeña nota con una operación aritmética escrita con tinta negra: 19-7=12. “Esa es la votación real de Zapata, 12 mil votos; yo saqué 15 mil”, aseguraba.

Nos acercamos a Govea para que abundara en sus declaraciones. Teníamos duda si le habían llamado del gobierno federal para pedirle que le bajara al escándalo. No respondió. Sólo guiñó un ojo. Más adelante, sin embargo, reveló que ya sostuvo un encuentro con Fernando Gómez Mont, titular de la Secretaría de Gobernación.

-- Le dije que soy perdedor a la buena, pero que a la mala no me voy a dejar--, refirió el senador.

-- ¿Y que te respondió? – insistimos.

-- Ahí te la dejo--, repuso

Govea no va a impugnar el resultado ante el TEPJF. Va a llevar el caso al Consejo Nacional del PAN. Quiere castigo contra Germán y Espina. No le auguramos mucho éxito.

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El Ministerio Público ya inició las averiguaciones previas para determinar el origen de las filtraciones a los medios de comunicación sobre los sobornos que recibían altos mandos de las policías para proteger a los cárteles de la droga. “”Ni el Procurador (Eduardo Medina Mora) ni su vocero (Fernando Castillo) filtran averiguaciones previas”, dijo a este espacio una voz autorizada de la PGR, en respuesta a versiones publicadas en ese sentido.

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La medalla a la irresponsabilidad 2008 se la vamos a otorgar a los integrantes de la Comisión de Radio Televisión y Cinematografía de la Cámara de Diputados. No sesionaron durante todo el año. “Nunca se juntó el quórum”, denunció ayer el diputado del PRI, Enrique Cárdenas del Avellano. El legislador, quien también es secretario de la Comisión de la Función Pública, no tuvo empacho señalar que los faltistas devengan dietas que no desquitan. ¡Brujo…!

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Vaya comilona que le organizaron al ex regente capitalino, Ramón Aguirre, en el restaurante Ambrosia, con motivo de los 20 años de su salida del gobierno del DF. Asistieron 400 comensales, muchos de ellos ex colaboradores suyos, que pagaron, cada uno, 700 pesos.

Los ex delegados Kena Moreno, Amado Treviño, y Julieta Mendivil organizaron la pachanga. Por allí andaban Enrique Jackson. Roberto Campa, Guillermo Cosio Vidaurri, Javier Aguirre Vizuet, entre otros. El bohemio ex regente vive en su tierra natal: San Felipe Torres Mochas, Guanajuato. Viene poco a la ciudad que gobernó en la década de los ochentas. Ya la cortó con la política. “No lee periódicos, ni escucha noticieros”, asegura su hijo Javier.