¿Desdén a Aznar?

No sabemos si a José María Aznar, de visita en México para promover su libro América Latina, una Agenda de Libertad, lo ignoró deliberadamente el gobierno de Felipe Calderón o simplemente se trató de un tropezón de los organizadores del evento.
El caso es que durante la cena que le ofreció el CEN del PAN al conservador ex presidente del Gobierno español, la noche del lunes, se anunció con bombo y platillos la presencia de César Nava, en representación del Presidente mexicano.
Los que lo vieron cuentan que Aznar buscó con la mirada al joven secretario particular de Felipe, pero nunca lo ubicó. ¿La razón? Nava no se encontraba entre los presentes.
Nos cuentan también que una parte del discurso de Aznar fue dedicado al régimen de Fidel Castro, y al presidente de Venezuela, Hugo Chávez. El español afirmó que era una obligación moral apoyar a los disidentes en estos dos países.
Sus palabras eran aprobadas con entusiasmo en la mesa donde se encontraba Marcel Granier, director de Radio Caracas Televisión (RCTV), la cadena que sacó del aire el mandatario venezolano, por considerarla “golpista”.
La ausencia de Nava en el evento es perfectamente explicable. México hace esfuerzos por recomponer sus relaciones con el eje La Habana-Caracas, y la presencia de un alto representante de la Presidencia de la República en actos de esa índole, simplemente no encaja en la estrategia de acercamiento con esos dos países. ¿Una expresión más de la falta de coordinación entre el gobierno y su partido?
El Servicio Postal Mexicano fue puesto en la picota por Gustavo Cárdenas Monroy, presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes de la Cámara de Diputados. El legislador nos dice que en Sepomex hay corrupción, falta de inversión, falta de competitividad, contratación de empresas particulares, burocratismo.
En un correo enviado a esta columna, el legislador mexiquense culpa de la crisis de Sepomex a la administración de Fox. “No hubo trabajo, no se prestó la atención debida y todo se convirtió en un caos”, dice. Pide la intervención del presidente Calderón para que la “cirugía práctica” a la estratégica empresa pública sea exitosa.
El Fraude que no se vio; Crónicas de una Soberanía Usurpada, de Ricardo Monreal, es parte de la camada de libros, desde la visión del lopezobradorismo, que serán presentados próximamente, con motivo del primer aniversario de la elección del 2 de julio.
Al parejo saldrán a la venta otras dos obras con el tema: una, cuyo título es mantenido en secreto por Editorial Grijalvo, lo escribió el propio Andrés Manuel López Obrador. El otro,
Reporte 2006; el Desquite, es de la ex priista, convertida al lopezobradorismo, Socorro Díaz.
El senador del PRD presentará su libro hasta la segunda semana de julio. Nos dicen sus colaboradores que va a esperar a que López Obrador haga lo propio con el suyo, en el Zócalo, el primero de ese mes.
Por lo pronto vaya anotando que el ex gobernador de Zacatecas acuña, en las conclusiones de su libro, un nuevo término: Democraticidio. Así llama al hecho de que Vicente Fox haya confesado que el 2 de julio tomó “desquite” de López Obrador, quien previamente lo había derrotado en el asunto del desafuero.
“El democraticidio cometido por Vicente Fox habría sido en contra de un sector de la izquierda mexicana, específicamente contra la Coalición por el Bien de Todos; habría involucrado el uso ilegal, ilegítimo, de los órganos, aparatos y recursos del Estado. Lo que el ex presidente candorosamente calificó como ‘desquite’, la ciencia política lo llama democraticidio”, escribe Monreal.
Va una buena. Antes de que se termine junio, los empleados de Monitor Radio recibirán la totalidad de las quincenas que no han cobrado. Ese fue el acuerdo al que se llegó durante la reunión que tuvo ayer el secretario del Trabajo, Javier Lozano, con el periodista José Gutiérrez Vivó, patrón de Monitor, y con el líder del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio y la Televisión, Ricardo Acedo.

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