Cambio de camiseta.

Ricardo Monreal andaba ayer con el ánimo por los suelos. No dio entrevistas, ni tomó llamadas. Ni siquiera un comunicado que explicara su cambio de camiseta. Nada. El ahora senador del Partido del Trabajo nomás no se apareció en la última sesión del período ordinario de sesiones de la Cámara alta.

Y no es para menos. Con su obligada incorporación al PT, producto de presiones de su legítimo jefe, Andrés Manuel López Obrador, pierde la vice coordinación parlamentaria del PRD; sus tres asesores –uno de ellos hijo de Arturo Núñez—; sus oficinas en la casona de Xicoténcatl, su pertenencia al partido que lo hizo gobernador de Zacatecas. “Yo vine a pagar por la parte más delgada. Ni modo, hay que asumir el costo”, comentó resignado, según sus colaboradores.

Monreal está formalmente fuera del PRD. La ruptura del partido del sol azteca con el PT y Convergencia lo deja en el limbo político. No va a renunciar al amarillo, pero sabe que ya no tiene cabida, después del indeseado cambio de bancada. “Fue más eficaz la fractura del FAP, que la expulsión que me querían hacer”, comentó con impotencia.

Sabemos que el legítimo le llamó por teléfono para pedirle el favor. A él y a los otros cuatro legisladores que supuestamente son sus incondicionales en Xicotencatl. La decisión de la senadora Josefina Cota de regresar al PRD –estaba “prestada” al PT desde el inicio de la legislatura—obligaba a un enroque.

Era eso, o la “bancada” del PT desaparecía. Necesitaba cinco senadores para formar grupo. La salida de Cota la dejaba con cuatro. Vino el ultimátum de la mesa directiva de la Cámara de Senadores. Si a las 15 horas no registran al nuevo senador, el grupo se disuelve.

La cosa se veía fea para el PT. Ni Yiedckol Polvensky, ni Rosalinda López Hernández, ni Salomón Jara, ni Alfonso Sánchez Anaya, aceptaron el suicidio político que se les proponía. Monreal les propuso salirse en bloque. La respuesta fue no. Todos tenían algún interés que defender. “Al final nadie asumió”, lamentó el zacatecano.

El ex gobernador de Zacatecas, quien para colmo esta enfermo de gripe, se refugió con su esposa. Con ella sopesó los pros y los contras del cambio, junto con ella tomó la decisión. Había que salvar al PT, y el representaba la vía. “Es un acto de conciencia”, dijo.

Minutos después, se anuncio en la tribuna del Senado su incorporación a ese partido. Las prerrogativas estaban salvadas.

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Algunos en el PRD festejaban la salida de Monreal. “Es un respiro para Carlos Navarrete. Monreal era una cuña para él”, comento una senadora. Otro legislador amarillo, de los más importantes en el grupo, nos dio su interpretación de lo que sucedió:

“Es un asunto de pesos y centavos. Los petistas le pagan derecho de piso a Andrés Manuel López Obrador. Si el grupo parlamentario de ese partido se disuelve, pierden las prerrogativas, parte de las cuales van a dar al gobierno legítimo”. Abundó mordaz: “No hay que olvidar que estamos en época de regalos y aguinaldos.”

El PT tiene, en realidad, dos senadores. El PRD le prestó tres, al principio de la legislatura, para completar los cinco que se requieren para formar un grupo parlamentario. A través de esta trampa, justificada por una alianza que en realidad nunca existió, el PT logro tener acceso a las prerrogativas y a un asiento en la Junta de Coordinación Política de la Cámara alta.

Josefina Cota, por cierto, explicó a los reporteros las razones de su regreso al partido que la llevó a Xico. “Es un asunto de congruencia. No puedo estar con un pie adentro y el otro fuera”, declaró.

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Los reporteros Lemic Madrid, Excélsior; Rubén Mosso, Milenio Diario, Francisco Gómez, El Universal; y Miguel Aquino, TV Azteca, fueron citados a declarar por el Ministerio Público, en el marco de la investigación sobre filtraciones de información contenida en averiguaciones previas. “No se les va a pedir que revelen la fuente, sino que entreguen copias de los documentos publicados”, nos dijo una voz autorizada de la PGR.

La voz recordó que la filtración de documentos reservados es un delito. “No estoy diciendo que los reporteros cometieron el delito, sino quienes les filtraron las averiguaciones previas”, aclaró.

Este columnista le hizo notar a la voz que las copias de los documentos pueden dar pistas sobre la fuente de la información. “De eso se trata”, reconoció con franqueza. ¿Y el secreto profesional? ¿No cuenta? Es pregunta.

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Nuestro amigo Alberto de Tavira, editor de la revista Quien, nos dice que el ex presidente mexicano, Carlos Salinas de Gortari, está que brinca de alegría. Debutó como abuelo, a los 60 años de edad. La primera nieta del político priista es hija de Ceci –primogénita del ex mandatario y de su primera esposa, Cecilia Occelli. Enhorabuena…