Desafío a la Fatwa obradorista.

Carlos Navarrete andaba ayer más sonriente que nunca. No era para menos. El PAN le comunicó su respaldo para que presida la mesa directiva de la Cámara de Senadores, a partir del 1 septiembre próximo. Se confirma así lo que adelantamos en este espacio el pasado 14 de julio: se convertirá en el primer izquierdista en representar la unidad de la Cámara alta.

El senador del PRD a cuenta con los votos del PRI, del PVEM y los de su partido. Con eso bastaría para alcanzar la codiciada posición. Tiene la mayoría necesaria. Pero es ambicioso. Va por el consenso. El PT le informó que evaluaría ayer mismo su apoyo, mientras que Convergencia lo hará la semana próxima.
El guanajuatense, sin embargo, tendrá que encarar la fatwa de los radicales del obradorismo, y del propio Andrés Manuel. El legitimo y sus seguidores consideran traidor al que reconozca a Felipe como presidente de la República y Navarrete tendrá que hacerlo.
El presidente de la mesa directiva conduce las relaciones del Senado y, por Ley, debe representar a ese órgano legislativo en las ceremonias a las que concurran los titulares de los otros Poderes de la Federación o las autoridades locales del Distrito Federal. Es decir, deberá acudir a actos encabezados por Calderón..
Navarrete jura que la Cámara estará bien representada en su persona. Está conciente que no puede anteponer posiciones personales, o de partido, durante el tiempo que ocupe el cargo. “No quiero ser presidente de los perredistas; eso se hace cuando se es coordinador”, subraya. Pero aclara: “seré cuidadoso de no caer en excesos”.
Llega al cargo gracias a que el senador del PRI, Manlio Fabio Beltrones, decidió ir a una posición modesta: la presidencia del Instituto Belisario Domínguez. “Hay que arropar al PRD”, nos dijo el sonorense, al adelantarnos la noticia, hace más de un mes.
Al panista Gustavo Madero le llevó mas tiempo admitir la llegada de Navarrete. No fue consultado, a pesar de que su partido es la primera fuerza en el Senado. Pero no le quedó otra. Madero se quedará con la Junta de Coordinación Política, si es que el Presidente de la Republica no se lo lleva al gabinete.
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Gerardo Priego sabe que su gesto de devolver a la Cámara de Diputados el millón 100 mil pesos que le sobraron en cupones intercambiables por boletos de avión, va a tener un costo personal muy alto. “Que Dios me agarre confesado”, suelta espontáneo el diputado del PAN.

NO tardara mucho en comprobarlo. Este miércoles, en la reunión previa de los legisladores panistas, y más tarde, en la sesión de la Comisión Permanente, se encontrará con sus compañeros diputados. “Creo que voy a ver muchas caras feas”, confiesa.

No ignora que sus pares se van a sentir ventaneados, desnudados, avergonzados; otros, quizás, injustamente señalados. No a todos les sobró esa cantidad de cupones, ni pertenecen a cuatro comisiones –Gobernación, Desarrollo Social, Equidad y Género y Agresiones contra Periodistas—como es su caso. Pero el hombre no se arrepiente del harakiri político que se infringió, si con ello logra que se transparente el uso de recursos en San Lázaro.

Priego puso en evidencia el derroche de recursos que hay en la Cámara de Diputados y las transas que se pueden hacer para beneficiar económicamente no solo a los diputados, sino a las agencias de viajes establecidas en San Lázaro. “Un millón 100 mil pesos es un chingo de dinero como para quedármelo en estos tiempos de crisis”, nos dice.

Los cupones que se otorgan a los legisladores están muy por encima del precio de los boletos de avión, y son intercambiables por dinero, según Priego. El mismo hizo efectivo el intercambio en la agencia llamada “Viajes Valero”, pero hay otras cinco que hacen lo mismo. En la operación, obvio, se quedan con un seis por ciento de comisión, aunque no se haya utilizado el boleto.

Sobra decir que el derroche es muy ofensivo, en tanto que se produce en momentos de crisis económica mayor. Apenas hace unos días, el gobierno anunció recortes por 50 mil millones de pesos. Esto significa menos recursos, menos obra, más desempleo, más pobreza.

La noticia viajó a la velocidad de la luz. Cuando aún no concluía su dialogo con los reporteros de la fuente, el tema se discutía ya en la Junta de Coordinación Política, órgano de gobierno de la Cámara baja. “Cayó como patada de mula”, nos dijo una fuente legislativa.