“No puede solo…”

La emoción embargaba a Jesús Ortega. Desde el palco de invitados, el jefe nacional del PRD observaba como Carlos Navarrete, su “carnalito de toda la vida” –como lo definió la ex diputada Eliana García—, alzaba la mano izquierda para protestar como presidente de la mesa directiva del Senado
“¡Es histórico, que bien que izquierda crezca…!”, soltaba espontáneo.

Un momento redondo. Navarrete era el primer senador emanado de un partido de izquierda que rendía protesta para el cargo. Ni un solo legislador votó en contra. En la urna transparente fueron depositados 112 votos. Hubo unanimidad. Hasta los obradoristas Ricardo Monreal, Dante Delgado, Gabino Cue, dijeron sí. Parecen haber entendido el mensaje de las urnas.

Era la culminación de una larga lucha dentro de los cauces institucionales. Al propio Jesús Ortega le habían cerrado los espacios cuando fue senador. (2000-2006) “Diego Fernández de Cevallos y Enrique Jackson se repartieron el poder como quisieron”, recordó Chucho.

Ortega no escatimó reconocimiento al PRI y al PAN. En los dos grupos parlamentarios hubo la suficiente apertura para hacer posible el momento. El perredista no ignoraba que, a diferencia de los dos mencionados, Manlio Fabio Beltrones supo hacerse a un lado para dejar pasar a Navarrete. El priista sonorense asumirá este viernes una posición modesta: la presidencia del Instituto Belisario Domínguez.

“Este ambiente de inclusión ayudará a lograr acuerdos para enfrentar la crisis. Se necesita de todas las fuerzas políticas para superarla. Hasta el presidente Calderón lo reconoció cuando dijo, en Sudamérica, “no puedo solo”, subrayó Jesús.

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El aplauso más sonoro de la sesión, junto con el de Navarrete, se lo llevó el panista Ricardo García Cervantes. ¿Lo habrán escuchado en Los Pinos? Es pregunta. Ricardo funge como vicepresidente de la mesa directiva en lugar de José González Morfin, flamante secretario general del PAN

Otras estampas: El potosino Eugenio Govea, quien al cuarto para las doce le dio la espalda al azul en la elección de gobernador en su entidad, fue declarado independiente. Le movieron su escaño a la última fila, al lado de sus nuevos aliados del tricolor… De regreso en Xicoténcatl vimos a los panistas derrotados en las elecciones de gobernador: Alejandro Zapata, San Luis Potosí, Fernando Elizondo, Nuevo León, y Marta Sosa Govea, Colima.

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La complicadísima coyuntura económica, política y social empieza a preocupar en serio a empresarios prominentes. Uno de ellos, Roberto González Barrera, llamó ayer a los mexicanos a jalar parejo con Felipe Calderón para sortear con éxito estos momentos difíciles que, como advirtió el rector José Narro Robles, pueden llevarnos al estallido social. “¡Todos con el Presidente!” exclamó el famosisimo Don Maseco, en un inusual mensaje político pronunciado en su natal Cerralvo, Nuevo León.

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La escena en el patio de honor del Senado fue breve. El convergente, Gabino Cue, aspirante al gobierno de Oaxaca, se acercó Santiago Creel y le soltó un “vamos bien…” El panista le respondió, al tiempo que asentía la cabeza “Si, César Nava está en muy buena disposición…”

Hablaban, obvio, de una posible alianza PRD-PAN-Convergencia, para las elecciones de gobernador en ese estado. ¿A pesar de López Obrador? Preguntamos a Gabino. “Hay que transitar”, repuso lacónico.

Cuestionamos al senador del PRI, Adolfo Toledo Infanzón, uno de los “gallos” del gobernador Ulises Ruiz para la candidatura, sobre la posible alianza entre calderonistas y obradoristas. El hombre está convencido de que esta se dará y que López Obrador “va a cerrar los ojos…”

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Hay mudanza en la CNOP. De las oficinas del beltronista, Marco Bernal, salen cajas y cajas. ¿El movimiento tendrá algo que ver con la versión de que muy pronto llegara a las oficinas de Lafragua el ahora ex diputado Emilio Gamboa Patrón? Pronto lo sabremos.

Otro que también deja su cargo en la CNOP es el secretario de Comunicación, Guillermo Ruiz de Teresa. Tenemos noticias de que se incorpora al equipo del senador Manlio Fabio Beltrones, mientras espera turno para ocupar una curul en San Lázaro.

Ruiz de Teresa, por cierto, regresó apenas de El Salvador, donde acudió en representación del PRI a un coloquio sobre acercamiento a la ciudadanía, organizado por el apartidista Instituto Republicano Internacional. El cenopista explicó que el triunfo del tricolor se debe a que sus miembros aprendieron la amarga lección: no alejarse de las causas de la gente.