El regreso de Porfirio.

La percepción sobre la situación económica en el país es la peor que se ha registrado desde la llegada del PAN al poder hace nueve años, advierte Roy Campos, en su último informe sobre la Evaluación del Gobierno. Ocho de cada 10 mexicanos califica esta situación como negativa, precisa el mero mero de Consulta Mitofsky.

En ese amargo contexto fue entregado ayer al Congreso el Tercer Informe de Gobierno de Felipe Calderón. En el documento, el presidente de la República destaca la necesidad de realizar reformas fiscales para allegar un mayor volumen de recursos al gobierno federal.

“Debemos continuar en la construcción de las reformas que permitan ampliar la disponibilidad de recursos fiscales y financieros para el desarrollo”, puntualiza el Informe, entregado a los legisladores por Fernando Gómez Mont

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El tema de la reforma fiscal multiplica los temores de nuevos impuestos entre la población. La sola mención del IVA a medicinas y alimentos, que los especialistas en el tema fiscal consideran ineludible, provoca profunda irritación.

Al correo de este reportero han llegado mensajes que acusan a los legisladores panistas, y al gobierno federal, de querer irse por el camino fácil de los gravámenes, cuando por la mesa de negociaciones no pasan temas como la evasión fiscal de los grandes empresarios, el despilfarro en los programas de promoción gubernamental, las millonadas que se gastan en partidos políticos, o las prebendas a los grandes sindicatos.

“Estamos parados en una bomba de tiempo” alertó el diputado del PAN, Javier Corral, antes de ingresar al salón de sesiones para asistir apertura del primer periodo de sesiones de la 61 Legislatura. El legislador se refería a la complicada coyuntura de crisis que enmarca el arranque de los trabajos del Congreso. Está convencido de que el tema económico dominará por completo la agenda legislativa, por lo menos de aquí a diciembre.

En San Lázaro, por cierto, los legisladores del PRI se dedicaban ayer a desmentir la versión, publicada en un diario de circulación nacional, de que promoverán el establecimiento de nuevos impuestos. “¿Cuándo has visto que un partido de oposición impulse en el Congreso nuevos gravámenes? preguntaba, con vehemencia, el diputado Oscar Levin Coppel.

A Levin, por cierto, se le fue la presidencia de la Comisión de Hacienda. En las negociaciones se acordó que esta será para el PAN. El titular será Mario Becerra, del equipo económico de Josefina Vázquez Mota. El priista considera que es un error “regalar” la “comisión más importante” al partido en el gobierno.

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Porfirio Muñoz Ledo llegó a ponerle el toque polémico que le faltaba a la Cámara de Diputados. El brillante, aunque zigzagueante, diputado del PT pronunció el discurso más comentado en los pasillos del Palacio Legislativo. Van unos párrafos de lo que dijo en tribuna:

“Acteal somos todos y los niños calcinados son nuestros. Estamos atrapados en un Estado de sitio, hipócrita y mortífero. El gobierno reproduce la delincuencia. Para compensar vacíos de legitimidad, se empeña en una guerra perdida, corrompe la función del Ejército, y condona los delitos cometidos desde las altas esferas del poder".

“…Mal haría el Poder Legislativo de mercadear nuevos impuestos a cambio de baratijas presupuestales. El dinero hay que tomarlo donde abunda, no arrebatarlo a los desposeídos, sino a las grandes empresas que eluden los impuestos, a la banca desnacionalizada, a la alta burocracia que ofende a la sociedad y a los fondos ociosos de las arcas públicas".

¡Nomás…!

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El rubro “entretenimiento” estuvo a cargo de Gerardo Fernández Noroña. El polémico diputado del PT dio color sobre el aguerrido comportamiento que sostendrá en San Lázaro. Ya encaró desde la tribuna al panista Francisco Ramírez Acuña, presidente de la mesa directiva. Le reprochó permitir “violaciones” al artículo 69 constitucional, al no exigir la presencia del presidente Calderón en la entrega del Informe.

La preocupación en el equipo de la Segob por el ‘debut’ de Noroña como secretario de la mesa directiva era patente. Sabían que el diputado del PT preparaba algo para jalar los reflectores durante la entrega del Informe y eso los ponía nerviosos, Gerardo, sin embargo, llamó la atención, pero no se pasó de la raya. Pidió a Gómez Mont que transmitiera su protesta a Calderón. “Lo respeto, pero no comparto su opinión”, repuso el secretario de Gobernación.