Un Procurador débil.

Ya está amarrado. El próximo jueves tendremos nuevo “Fiscal de la Nación”. El Senado aprobará el nombramiento de Arturo Chávez Chávez como titular de la PGR. El ex procurador de Chihuahua, duramente cuestionado por las ong.s debido a su supuesta ineficacia en el caso de las muertas de Juárez, tiene la mayoría calificada que el nombramiento requiere. Los votos del PAN, del PRI y del PVEM están asegurados

El proceso fue largo y sinuoso. El poderoso senador del PRI, Manlio Fabio Beltrones, rechazó la “primera opción” que le propuso el Presidente Calderón: José Francisco Blake Mora, secretario de gobierno de Baja California. Los que saben dicen que el veto a Blake fue promovido por otro bajacaliforniano: el senador Fernando Castro Trenti, brazo derecho de Manlio. La razón oficial es que no tiene experiencia. ¿Y la razón real?

La segunda opción presentada por Felipe fue Chávez Chávez. Pero el nombre del chihuahuense llegó al Senado sin cabildeo previo. Nadie abogó por el. “Fue una propuesta de brazos caídos”, comentó un legislador. Manlio no fue avisado antes de que se hiciera oficial la propuesta. “Eso lo molesto”, comentan en Xiconténcatl.

La izquierda, las ongs, las madres de las muertas de Juárez se movilizaron en los medios para echar abajo el nombramiento. Extrañamente, el gobierno dejó correr la “madriza mediática” a Chávez. En el PRI llegaron a pensar que era una maniobra para dejar a Juan Miguel Alcantara Soria. Pero súbitamente el tono del tricolor dejó de ser ambiguo. En la reunión previa que el grupo parlamentario celebro ayer se acordó aprobar el nombramiento.

Chávez llegará muy debilitado a la Procuraduría. Pero hay senadores del PAN que lo conocen y creen en él. “No es un hombre de consignas”, aseguró uno de ellos.

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A los delegados del gobierno federal en Nuevo León los agarraron con las manos en la masa. El pasado martes convocaron a cinco alcaldes electos del PAN, para orientarlos sobre como utilizar los recursos de los programas sociales para hacer política a favor del azul.

Escándalo. No sabían que entre los alcaldes invitados a la delegación de la Conagua en Monterrey, donde se realizó el encuentro, se encontraba el edil de China, Jorge Garza. Nada tendría de extraordinario que éste asistiera a la reunión, salvo por un pequeño detalle: ¡es priista!

El “infiltrado” Garza no tardó en desembuchar con sus correligionarios tricolores lo que escuchó en ese cónclave azul. Contó de los planes para dejar “sin lana” a Rodrigo Medina, gobernador electo de Nuevo León; de la enjundia de José Arturo Salinas, delegado de Economía, a la hora de plantear la estrategia. “¡Pónganse reatas…!”, les pedía.

La historia fue contada al reportero por los diputados Benjamín Clariond, Rogelio Cerda y Felipe Enríquez.

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Las puertas del CEN del PAN se le volvieron a abrir al “terrible” Manuel Espino. El ex jefe nacional de ese partido, anticalderonista declarado, presentó en Avenida Coyoacan su libro “Volver a Empezar” (Editorial Grijalbo). César Nava, presidente del azul, fue el invitado estelar. ¿Señal de tregua?

Ana Rosa Payan no ponía un pie en el CEN del PAN desde hace años. Sus diferencias con el calderonismo la alejaron del partido. Pero su amistad con Espino la llevo a asistir a la presentación del libro. “Ya no soy militante, pero mi corazón sigue siendo absolutamente azul”, nos dijo la emeritense.

Otro invitado sorpresa fue el diputado del PRD, José Narro Céspedes. El ex petista entró al auditorio Manuel Gómez Morin en compañía de Carlos Salomón, ex vocero de Zedillo. ¿Que haces aquí? Preguntamos confundidos. “El PAN construyó ciudadanía” respondió sonriente. Salomón quiso ayudarlo. “Las ideologías no tienen muros”, señaló.