Los temores de Ulises

Lo vaticina Diódoro Carrasco, otrora gobernador priista de Oaxaca y ex diputado externo de Acción Nacional: los partidarios de Ulises Ruiz en esa entidad y sus comentaristas en los medios, someterán a “durísimas andanadas” la posibilidad misma de una alianza entre el PRD y el PAN de cara a las próximas elecciones a gobernador en 2010.

“En varios lugares se empezó a hablar de alianzas contra natura, de que se juntan el agua y el aceite”, recordó el también ex secretario de Gobernación, en un correo electrónico que envió al reportero para dar sus puntos de vista sobre la alianza.

La coalición sería encabezada por Gabino Cué, cuyo padrino político es el propio Diódoro Carrasco. En épocas recientes, Cué vinculó su suerte política a López Obrador. El Peje lleva meses en la tierra de Benito Juárez para apuntalar al senador por Convergencia y ha cerrado los ojos ante esta alianza del PRD con el partido de Felipe Calderón, al que llama “pelele”.

Las críticas de los priistas y sus amigos a la posible coalición no se han quedado a nivel de comentario. El aguerrido diputado del PAN, Javier Corral, acusó públicamente a Ruiz de haber llamado a otros gobernadores del PRI para que no apoyen el paquete económico para 2010, si el PAN concreta la alianza electoral con el PRD. Algunos legisladores del PRI amenazaron con lo mismo. ¿Tan grande es el miedo?

El oaxaqueño Jorge Franco Vargas, dirigente estatal del PRI, quiere espantar a sus paisanos con el petate del muerto. En un comunicado que dio a conocer a mediados de la semana, dijo que la anunciada coalición opositora es un “reconocimiento” al gobierno legítimo de López Obrador, y en su estado los temores son de la oposición, “que se tiene que aliar para ganarle al PRI”.

La furibunda reacción priista y su orquestada ofensiva contra la alianza PAN-PRD, revela que el temor real de perder la elección está en el propio Ulises, quien sobrado repite en charlas informales que “ni juntos nos ganan…”, ¿entonces?

En su correo, Diódoro nos recuerda que alianzas y coaliciones entre partidos de encontrada definición ideológica no son nuevas en México, ni en el mundo.

“Sólo recuérdese la alianza entre la izquierda democrática y el centro derecha chilenos, para quitar a Pinochet de la presidencia de ese país. O la alianza entre derecha, centro e izquierda democráticas en España, para desmontar las instituciones de la dictadura franquista”, subrayó.

n No se acaban los problemas de Zeferino Torreblanca con sus correligionarios. El Movimiento de los Cívicos, que se reivindica como la tercera o cuarta corriente del amarillo, anunció que en breve iniciara una campaña nacional para “destituir” al gobernador de Guerrero.

“Es el responsable político del clima de violencia que se vive en ese estado y que llevó al asesinato de Armando Chavarría, el prospecto más seguro de la izquierda para gobernar Guerrero”, dijo Mario Saucedo, dirigente nacional de ese movimiento.

La “campaña nacional” arrancará con un desplegado que los Cívicos pretenden publicar en el diario El Sur de esa entidad, puntualizó Saucedo, ex secretario general del PRD.

n “Lo hice por congruencia, yo firmé el dictamen”, nos dijo el senador del PRD, Tomás Torres, secretario de la Comisión de Justicia de la Cámara alta, cuando le preguntamos las razones por las cuales se diferenció del resto de su bancada en la votación para ratificar a Arturo Chávez Chávez como procurador general de la República. La votación fue 75 a favor, 27 en contra y una abstención.

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