Duro contra Germán.

Francisco Labastida Ochoa tronó y fuerte contra el panista Germán Martínez. “No voy a permitir que ese pendejo siga ofendiendo la dignidad de las personas”, manifestó, entre dientes, el senador del PRI. El hombre se mostraba molesto, indignado por la campaña que trae el jefe nacional del PAN para asociar al tricolor con el narcotráfico.

“No tiene calidad moral para reclamar un apoyo que los panistas le negaron al país en 1998, y que nosotros sí les hemos dado”, nos dijo el que fuera secretario de Gobernación de Ernesto Zedillo, antes de convertirse en el candidato a la presidencia de la República.

Ese año, el Ejecutivo envió a la Cámara de Diputados la Ley de Seguridad Pública que, asegura, era mucho más severa que las que se han aprobado en la actual Legislatura. Él personalmente le pidió a la cúpula del PAN respaldo para la iniciativa. “Me lo negaron”, recordó.

Hablamos con el senador al término de la reunión previa del grupo parlamentario del PRI en la Cámara alta. El tema Germán dominó el cónclave. Los legisladores del tricolor resolvieron, ahora sí, dar una respuesta articulada al jefe nacional del PAN.

Martínez, por cierto ha quedado totalmente inhabilitado como interlocutor con el partido que, recuerdan, le ayudó al Presidente Calderón a tomar protesta y a sacar sus reformas estructurales. Germán, aseguran, está asesorado por Juan Ignacio Zavala, cuñado del presidente, y Antonio Sola, estratega español contratado por los azules

Labastida dio algunas luces de hacia donde va el PRI. El legislador destacó que en lo que va del sexenio, van 10 mil muertos relacionados con el combate al crimen organizado, y no hay para cuando se revierta la violencia. Durante los regímenes panistas (Fox y Calderón) el tráfico de drogas hacia Estados Unidos se ha duplicado.

En los años Fox, añadió, el presupuesto del Cisen fue reducido a la mitad.

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Y mientras Germán le saca el hacha de guerra al tricolor, el ex secretario particular del presidente, César Nava, candidato a diputado federal, se sienta con su adversario priista, Jorge Schiaffino, para acordar la realización de una campaña sin golpes bajos en el distrito 15, ubicado la delegación Benito Juárez. Los dos comieron y brindaron en el restaurante The Palm de ese hotel de Polanco, en compañía del publirrelacionista, Miguel Lerma Candelaria, quien los juntó.

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Tomas Yarrington no ha salido del país. Las versiones de su supuesta huida al extranjero son falsas. Tanto, que la mañana del martes vimos al ex gobernador de Tamaulipas en el hotel Presidente Intercontinental con vestimenta muy casual. Llevaba una vistosa guayabera verde, que lo obligó a justificarse de inmediato. ¿Qué ustedes no empezaron ya la Semana Santa? Preguntó.

Yarrington es uno de los ex gobernadores que quedaron fuera de las listas de candidatos a diputados plurinominales del PRI. “Así son las circunstancias”, dijo en tono que quiso ser de resignación. El tamaulipeco se negó a volcar su frustración frente al reportero. “La lista dejó menos enojados a muchos”, puntualizó.

Marcela Gómez Alce, columnista de Milenio, le hizo notar la escasa presencia en la lista de figuras nacionales del priismo, y la aparición de muchos nombres desconocidos. “Son los nuevos cuadros del PRI”, dijo mordaz.

-- ¿Hablas de César Augusto Santiago? Preguntamos con ironía.

-- Últimamente he platicado mucho con él. Trae ideas muy novedosas- repuso en el mismo tono.

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A la izquierda no hay modo de unirla para hacerla avanzar. Un notable personaje, del cual se habla mucho, pero que actualmente prefiere mantener un perfil bajo, nos contó el fracaso que sufrió al intentar promover un gran acuerdo entre todas las corrientes y figuras del PRD “desde Cuauhtémoc hasta López Obrador”.

Empeñado en lo imposible, hizo el recorrido de las siete casas para empujar el acuerdo entre las distintas corrientes. “Todos me decían que sí, que estaba muy bien, pero a la hora de sentarse a platicar entre ellos, el acuerdo se venía abajo”, lamentó. El personaje no renuncia a lo que actualmente es una utopía.

Considera que después de las elecciones, cuando casa uno sepa las canicas que trae, podría volver a hacerse el intento con más posibilidades de éxito. La pregunta aquí es si Andrés Manuel López Obrador estaría dispuesto a abandonar su perverso juego de apoyar a su partido sólo en el DF y Tabasco y en el resto del país seguir con el PT y Convergencia.

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Gabino Cue, senador por Convergencia, presentó ayer un punto de acuerdo en el que exhorta a la Suprema Corte a “asumir su responsabilidad” en el caso de la violencia que azotó Oaxaca en el 2006. Basado en las sentencias en los casos Atenco y Lydia Cacho, el convergente intuye que el fallo viene otra vez muy light, lo que es inadmisible “porque en Oaxaca hubo 20 muertos”.

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