El amigo de Salinas.

A Paco Rojas no lo calentaba ni le sol. Apenas podía creer el cataclismo que se le vino encima a Carlos Salinas de Gortari, a partir de la entrevista de Carmen Aristégui con Miguel de la Madrid. Días antes, el ex contralor había visitado al hombre que en los ochentas abanderó la fallida renovación moral. Lo que vio no le gustó. “No está bien, se queda dormido, no coordina”, nos dijo.

La entrevista con Aristégui era el escándalo del día, la nota, el tema. Nadie hablaba de otra cosa en el Club de Industriales, donde se encontraba reunida una parte de la clase política para asistir al debate sobre la discordia entre mexicanos, al que estaban convocados los líderes de los principales partidos.

Rojas, quien acompañaba a Beatriz Paredes a ese evento, ya había leído o escuchado la entrevista de Aristégui. Se la sabía casi de memoria. La rechazó en bloque. Carlos Salinas es uno de sus mejores amigos, sino no es que el mejor. Le parecía que la periodista había “abusado” de la salud de don Miguel. El término era el mismo que el utilizado por Salinas en la carta que envió a los medios desde Londres.

En la explosiva charla, planteada inicialmente para un proyecto editorial, según cuenta la propia entrevistadora, de la Madrid no sólo le había dado la puntilla a lo que le quedaba de reputación de Carlos Salinas, sino que había arrasado con toda su familia. De corruptos e inmorales no los bajó.

La molestia del ex contralor no era con don Miguel, sino con Aristegui. Una y otra vez habló del delicado estado de salud del ex presidente. Una y otra vez reprobó el tono de la entrevista. “Es como si hubiera abusado de un niño, eso no es de gente decente”, dijo. Considera, además, que en las respuestas de MMH quedan exhibidas las “incoherencias”.

El término nos brincó. Muchas eran respuestas inducidas, monosílabos, estaban precedidas por un “creo”, o “pienso”, sí; pero no notamos ninguna incoherencia, nada que pudiera hacernos pensar que De la Madrid padece de demencia senil, como patéticamente lo obligaron escribir.

A Rojas le pareció poco ética la actitud de la periodista. “Tú no vas y planteas que vas a hacer una entrevista para un libro sobre la transición democrática y luego la detonas en la radio para armar un escándalo”, alegó. Aristégui respondió a estas críticas en la entrevista que Ramón Alberto Garza le hizo para Reporte Índigo. “El interés periodístico evidente justifica el adelanto”, argumentó.

Carmen explicó que el día anterior a la divulgación de la entrevista llamó “por cortesía” a las oficinas del ex presidente para avisar que la adelantaría. Habló con la asistente “de más de cuarenta años” de Miguel de la Madrid, quien le pidió incluso la frecuencia donde se transmitiría la conversación. Pasó todo un día. Nadie llamó para manifestar su desacuerdo, o para descalificar las palabras del ex presidente, en razón de su estado de salud. A las ocho de la mañana del día siguiente detonó la bomba en su noticiero de MVS.

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Se perfila una bronca entre los diputados “más caros del país” –los de la Asamblea Legislativa — y el GDF. La secretaría de finanzas del gobierno capitalino les recortará unilateralmente el 4.9 por ciento de su presupuesto (60 millones de pesos). La medida es parte del ajuste al gasto en todas las dependencias del gobierno local para compensar la caída del 22 por ciento en las participaciones federales. El hoyo financiero es de 6 mil millones de pesos. El recorte genera ahorros totales por 2 mil millones de pesos.

Desde el pasado mes de abril, el gobierno capitalino solicitó a la ALDF ajustara a la baja su presupuesto por la crisis económica. Ni caso le hicieron. Fue entonces que puso a circular un documento en el que asegura que cada asambleísta le costará al erario 18.4 millones de pesos en el 2009. “Son los diputados más caros del país, incluidas las cámaras federales”, puntualiza el texto.