La agenda ambiciosa de Beatriz.

Beatriz Paredes se llevó el aplausometro en el debate sobre la discordia y la concordia entre los mexicanos, organizado la noche del miércoles por la Revista Nexos en el Club de Industriales. Participaron también Germán Martínez y Jesús Ortega. La dirigente del PRI se ganó las palmas cuando le tomó la palabra al jefe panista y respaldó la propuesta de reducir el número de diputados federales.

Pero hubo uno que no se tragó el choro. Héctor Aguilar Camín, director de la revista y moderador del debate, pidió a la tlaxcalteca no quedarse en el discurso y llevar las palabras a los hechos. Y es que la reducción del tamaño del Congreso no está, ni estará, en la agenda del PRI. Achica el reparto del pastel, le quita movilidad a los cuadros y reduce el margen de maniobra de los dirigentes del partido.

Nos cuentan que algunos gobernadores, entre ellos Enrique Peña Nieto, están convencidos de que Paredes trae una agenda personal muy ambiciosa. “Beatriz cree que nos engaña, que no nos damos cuenta que quiere la presidencia de la República”, comentó el mexiquense a un amigo suyo.

En el Palacio de Gobierno de Toluca hay desconfianza hacia la tlaxcalteca. Lo reconoce un cercano colaborador del gobernador. ¿Será que le tienen miedo a un Tucop (Todos Unidos contra Peña)?

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Previo al debate charlamos con Jesús Ortega. Nos comentó la andanada interna que enfrenta desde que llegó a la presidencia del PRD. Utilizó una frase del español Joaquín Almunia, secretario general del PSOE, para describir la atmósfera prevaleciente: “¡pecho tierra que allí vienen los compañeros…!”

Chucho ha sido acusado de colaboracionista, traidor, vendido, y otras lindezas más, por el pejeradicalismo. Lo sabotean, lo boicotean, lo descalifican. Les molesta que esté al frente del partido un moderado, y buscan quitarle la presidencia del partido a como de lugar.

“Hay compañeros que prefieren la derrota del PRD (en las elecciones de julio próximo) con tal de que no se logre un buen resultado que me consolide”, admite.

El perredista sabe que los golpes en contra suya son ordenados en la calle de San Luis Potosí. No hay diálogo con López Obrador, quien hace campaña para otros partidos en abierta violación de los estatutos. “¿Por qué no lo sancionan?” Preguntamos. “No es por falta de ganas, pero hacia donde enfoco las baterías. ¿Hacia adentro o hacia fuera? Lo que menos nos conviene es el regreso al conflicto permanente, respondió.

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Roberto Madrazo anda en Nueva York. No es que haya aventado la piedra (contra Fox y Zedillo) y escondido la mano. Tampoco va a correr el maratón en la Gran Manzana. Viajó a esa gran ciudad estadounidense para asistir a la graduación de su hijo Federico, un prospecto de junior diputado.

Al correo de Arsenal llegó un mensaje del tabasqueño en el que lamenta que a su nuevo libro, El Despojo, se le asocie más a un tema de escándalo mediático, que a su contenido de fondo: la evidencia de una transición fallida con el PAN en el poder, al cabo de una década.

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El virus de la influenza ha hecho más daño a la imagen de México que la violencia del crimen organizado, o la inseguridad que padecemos. En Proméxico --organismo del gobierno encargado de fortalecer la participación del país en la economía internacional -- tienen claro el reto. Preparan una estrategia para resarcir el deterioro de la “marca”.

Una de las preocupaciones centrales de Proméxico es China. Bruno Ferrari, su director general, se reunió el pasado martes con el embajador de México en la Republica Popular, Jorge Eugenio Guajardo, para tratar de hacer un control de daños, después de la fuerte tensión entre los dos países que suscitó la decisión de los chinos de poner en cuarentena a mexicanos sanos.

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Va un dato que ilustra la intolerancia de los mexicanos. El 50 por ciento no se casaría con una persona que tiene ideas políticas diferentes a las suyas, de acuerdo a la primera encuesta nacional sobre la discordia entre mexicanos publicada por la Revista Nexos.