El dedazo de Ulises

La elección del candidato del PRI a gobernador de Oaxaca ya se resolvió por el método consulta a la base…pero de datos de Ulises Ruiz. La semana pasada, el polémico mandatario les comunicó a todos los aspirantes, personalmente o vía un mensajero, que el elegido es el diputado federal, Eviel Pérez Magaña, hombre hábil, incluyente, pero de currículo chato.

Fuentes del Palacio de Gobierno nos cuentan que hubo dos que reaccionaron muy mal: Jorge Franco, diputado federal y ex secretario de Gobierno en el 2006 (año de todos los peligros en Oaxaca) y José Antonio Estefan Garfias, secretario de Administración. El primero fue avisado de la decisión directamente por el gobernador. Se fue unos días del país para digerir la noticia. Ya confirmamos que no asistió a las sesiones de la Cámara baja. El segundo lo supo por un mensajero, y puso su renuncia sobre la mesa. No se la aceptaron.

A Eviel ya le construyen la imagen de candidato. Basta con revisar la edición del lunes en los principales diarios del Estado. El coordinador de la bancada oaxaqueña en la Cámara de Diputados se llevó las ocho columnas, con un pronunciamiento sobre la necesidad de desarrollar en la entidad una democracia plena, incluyente, que tienda puentes con todos los sectores. Eso incluye a los aguerridos maestros de la Sección 22, con los que Franco, hombre cercano a Ulises, tuvo tantos problemas en el 2006.

El ungido tiene instrucciones de entrar en contacto con los grupos de poder real que hay en el Estado. A eso se va a dedicar en las próximas semanas.
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A los integrantes de la Comisión de Vigilancia de la Contaduría Mayor de Hacienda de la Cámara de Diputados no parece interesarles mucho la elección del nuevo auditor, que se realiza cada ocho años. Ayer, por poco se revienta la sesión por falta de quorum. Estaban mayoritariamente los del PRI, los del PRD, y hasta el del PT, pero no los panistas.

La sesión se inicio una hora tarde, entre protestas de los diputados cumplidos, con la mitad más uno de los integrantes de la Comisión. “Es una decisión que se toma cada ocho años, una de las mas importantes de la legislatura, y no llegan” lamentó el priista Humberto Lepe, y, micrófono en mano, exigió: “Hay que exhortar a la Junta de Coordinación Política para que haga un llamado de atención a quienes no han cumplido.”

Mario di Constanzo, diputado del PT, arrastró el lápiz, cruzó llamadas, indagó sobre los 42 aspirantes que se registraron para suceder al Auditor Superior de la Federación (ya cortaron a cuatro; quedan 38) Encontró “cosas extrañas”. Dice que hay uno, incluso, que tuvo orden de aprehensión. Lo identifica como Carlos Pérez Nava, ex contador mayor de Hacienda en la ALDF.

Buscamos en ese maravilloso instrumento que es Google. Pero los apellidos del hombre que se reporta como encarcelado por “ejercicio abusivo de funciones” en la Asamblea Legislativa aparecen invertidos. Se llama Carlos Nava Pérez. ¿Se tratará de una grave confusión? Es pregunta.
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Los militantes de Izquierda Social (la de Martí Batres) identifican a Marcelo Ebrard como el obstáculo mayor para que Andrés Manuel vuelva a ser candidato presidencial del PRD. Los gritos de “¡Obrador, Obrador!” que lanzaron mientras el jefe de gobierno del DF pronunciaba su discurso en el Congreso “Refundacional” del PRD, no dejan lugar a dudas.

“De que la perra es brava…”, nos comentó Jesús Zambrano, al comentar los desplantes de los seguidores de Batres, secretario de desarrollo social del GDF. Dijo más: “Es una insensatez, una irresponsabilidad, gritarle así al Jefe de Gobierno, y levantar, al mismo tiempo banderas falsas como aquella que decía ‘Sí a la elección universal y directa del candidato presidencial; no a la simulación’