¿Aborta el proyecto Aguirre Anguiano?

La Asamblea Legislativa del Distrito Federal ganó el primer round en la Suprema Corte de Justicia. La aplastante votación –10 a uno— con la que los ministros le reconocieron a este órgano de representación popular facultades para legislar en materia de aborto, constituye un revés para los que luchan contra la interrupción voluntaria del embarazo.

Pero también un indicio de que el proyecto que considera inconstitucional la ley que despenaliza el aborto antes de las doce semanas de gestación, presentado por el ministro Salvador Aguirre Anguiano, será rechazado por la SCJN

El asambleísta socialdemócrata Jorge Díaz Cuervo, promotor de esa Ley; y Jorge Serrano Limón, presidente del Comité Nacional Provida, debatieron en el programa El Arsenal de la Política, que este reportero conduce junto con la periodista Nora Patricia Jara, en Radio 620 AM.

El socialdemócrata, quien asistió al debate en la Corte, no vaciló en declarar que en la Suprema Corte se viven momentos históricos, y creyó entrever que por lo menos seis ministros votarán en contra del proyecto. Solo se necesitan cuatro votos, de once, para que el aborto siga siendo legal. “La reforma no promueve abortos. Lo que hace es despenalizarlos antes de las doce semanas”, aclaró.
A la misma hora que se debatía en la Corte el polémico tema, Jorge Serrano Limón se manifestaba frente a Palacio de Bellas Artes. El de Provida llevó al lugar una mujer con 10 meses de gestación y le coloco en le vientre un potente micrófono. “Presentamos el latido del corazón de un bebé de diez semanas. Lo ampliamos 10 mil veces, y se pudo escuchar a más de 100 metros de Bellas Artes”, narró.

Quería demostrar que hay vida en el vientre de la madre desde la concepción. “El corazón no se gobierna solo, requiere de los impulsos cerebrales para operar”, alegó.

-- ¿Usted considera asesinas a las mujeres que han abortado voluntariamente? Le preguntamos de golpe.

-- De ninguna manera. Las mujeres que se han acercado a buscar el aborto es por ignorancia. Son orilladas a ello. Una mujer que va (a estas clínicas) es porque está
desesperada. Hay que tenderle la mano-, repuso el polémico personaje.

Serrano Limón también ya la ve venir. Sabe que es muy difícil que el proyecto de Aguirre Anguiano logre los ocho votos necesarios.

-- ¿Qué va a hacer Provida? Insistimos.

-- Seguir trabajando con las mujeres que buscan el aborto para que desistan. Por otro lado, invitar a los médicos a que desobedezcan esta Ley, que permite que a los hospitales entren dos corazones vivos: a uno lo destrozan y deja de latir, y el otro se queda dañado, reviró.
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Jesús Ortega parece dispuesto a pagar el precio de un eventual rompimiento con Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores de Izquierda Unida. No va a negociar la salida de Guadalupe Acosta Naranjo, presidente substituto hasta el 14 de febrero del 2010; ni mucho menos a renunciar a su triunfo, en caso de que el TEPJF invalide el resolutivo de la Comisión de Garantías y Vigilancia, que anula los comicios del 16 de marzo pasado

El dirigente nacional de Nueva Izquierda no le ve ningún caso a una negociación con los obradoristas, quienes más tardan en hacer un acuerdo que en romperlo. ¿Cuántas veces hemos negociado y que hemos logrado? Pregunta el Chucho mayor, quien está decidido a no dar su brazo a torcer.

No acepta ni dirección colegiada, ni a Lázaro Cárdenas Batel como una tercera opción. La solución, para él, es la creación de un partido frente que de cabida a las dos visiones de hacer política, que se enfrentan en el partido fundado hace 19 años por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

Chucho tampoco acepta los métodos noroñescos adoptados por los partidarios de Alejandro Encinas “En que cabeza cabe que el candidato vaya y tome las oficinas del partido. No vamos a negociar sobre la base de un chantaje”, advierte.

Ortega está convencido que el problema de fondo no es la presidencia interina del PRED, sino las candidaturas para las elecciones del 2009. Los negociadores de Izquierda Unida propusieron que un 40 por ciento fueran para ellos; otro 40 por ciento para Nueva Izquierda ¡y el 20 por ciento restante para López Obrador…! Querían quedarse con el 60 por ciento de las postulaciones.

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Escribimos ayer aquí que para ser presidente de la mesa directiva de la Cámara de Senadores se requiere que la bancada del aspirante al cargo, en este caso el perredista Carlos Navarrete, cuente por lo menos con el 25 por ciento de los escaños. Es incorrecto. El único requisito es contar el voto de una mayoría absoluta. Una disculpa. De todos modos no le alcanza al perredista. Tiene 26 senadores y necesita 65 votos.

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