No se hagan bolas.

El panista Gustavo Enrique Madero será el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Senadores y el priista Manlio Fabio Beltrones seguirá en la silla de la presidencia de la Junta de Coordinación Política. “Hay un 99.9 por ciento de posibilidades de que así quede”, dijo a este espacio un poderoso senador, quien no suele equivocarse en sus predicciones. Así que, citando al clásico Salinas de Gortari, no se hagan bolas.

Al perredista Carlos Navarrete no le alcanza para ser presidente de la mesa directiva. Tiene apenas 26 senadores en su bancada. Necesita 65 para ser electo. Requiere, por Ley, que su bancada tenga por lo menos el 25 por ciento de los escaños (32 senadores.) Peor aún. No tiene asegurados ni los votos del PRD, menos los del FAP. Los pejistas no le hacen caso.

El caso de Navarrete podría ilustrarse con la crudeza empleada por José Stalin en la Cumbre de Yalta, celebrada al finalizar la Segunda Guerrra Mundial, cuando el británico Winston Churchil propuso integrar al Vaticano en las conversaciones de los Aliados sobre el reparto del mundo. ¿Y cuantas divisiones tiene el Papa? Preguntó el soviético.

A Navarrete, quien quiere y no puede, ya le salió el lenguaje perredista. En su frustración amenazó con radicalizarse. “Sabemos ponernos el traje para la corresponsabilidad, pero también sabemos ponernos el traje de guerrero, cuando en el Senado sea necesario”, le dijo ayer a los reporteros de esa fuente.

El guanajuatense se reunió ayer con Madero para tratar el punto. Le dijo que el PRD no va a aceptar un trato indigno en el Senado. Luego, frente a los reporteros, buscó amarrar navajas. “Si el PAN requiere que el PRI lo agarre a fuetazos para poder acceder a sus demandas, que Gustavo asuma ese papel y reciba los fuetazos en el rostro por parte de Manlio Fabio Beltrones”, señaló.

El coordinador de la bancada del PRD alega que hubo un acuerdo entre Santiago Creel, Manlio Fabio y él, pactado verbalmente en septiembre del 2006, por el cual las tres fuerzas gobernarían el Senado durante toda la Legislatura. “Yo no se quien empeñó esa palabra”, reviró Gustavo Enrique Madero, quien aspira a ser gobernador de Chihuahua.

El cargo de presidente de la mesa directiva del Senado coloca al panista al mismo nivel que otro chihuahuense que también aspira a gobernar el estado más grande de la República: César Duarte. El priista sucederá a Ruth Zavaleta en la Cámara de Diputados, a partir del primero de septiembre.
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Uno de los dirigentes nacionales de Los Chuchos nos recitó lo que llama el estatuto López Obrador sobre el PRD. Artículo primero: Se llama Partido de la Revolución Democrática; articulo segundo: uno de Nueva Izquierda puede ser hasta secretario general; articulo tercero: no puede ser Jesús Ortega el dirigente nacional; artículo cuarto: la presidencia del partido será ocupada “por el que yo diga”.
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Nos cuentan que el presidente del Congreso del Trabajo, Enrique Aguilar Borrego, se llevo un tremendo jalón de orejas por parte de Joaquín Gamboa Pascoe. El mandamás de la CTM, hombre poderoso en el movimiento obrero, no solo le reclamó a Aguilar su cercanía con Javier Lozano, sino que le pidió no asistir más a las reuniones mensuales que sostiene con el secretario del Trabajo.

Palabras mas, palabras menos, le dijo: No te das cuenta que el secretario te está utilizando; que cuando llegue reforma laboral va a tomar como bandera esas reuniones para decir que si la discutió con los sindicatos. Te van a llevar entre las patas no sólo a ti, sino al movimiento obrero.

Aguilar Borrego apechugó el regaño sin chistar, aseguran. * * *
Nos escribió Luisa Fernanda Márquez Álvarez, mexicana, 20 años, para manifestar su desacuerdo con el proyecto sobre la inconstitucionalidad del aborto, que presentó a la Suprema Corte el ministro Salvador Aguire Anguiano. El texto, que deberá ser votado esta misma semana, está elaborado sobre la base de que la vida empieza desde la concepción. Es decir, que la interrupción voluntaria del embarazo equivale a un asesinato.

“No estoy en contra (del aborto) ni tampoco a favor. ¿Pero que pasa con las mujeres que son violadas por sus familiares o conocidos? ¿Acaso tendrían que dar a luz a un niños que terminan siendo niños de la calle y viven bajo los puentes o en las coladeras?” pregunta Fernanda.

En el otro lado de la trinchera, Ana María Enríquez Gómez, estudiante, respalda el proyecto de Aguirre Anguiano: “Aunque la mujer tenga derechos sobre su cuerpo, el otro cuerpo que se está desarrollando en el vientre de la madre también tiene derechos. Cabe recordar que a una sala de abortos, entran dos y sale una", argumenta.

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