“Guerra Norte-Sur…”

Los 15 años de años de Procampo terminan en las próximas semanas. La Sagarpa tiene listo un nuevo plan, de cinco años, que va a causar irritación entre los productores que tienen más de 30 hectáreas, pero también entre algunos gobernadores, sobre todo de estados del norte del país, donde están concentrados los que mas extensión de tierra cultivan.

El nuevo Procampo, o como se vaya a llamar, incluye una redistribución de los apoyos públicos, que este año fueron de 16 mil 500 millones de pesos, a los productores del campo. El objetivo es acabar con la inequidad, derivada de los criterios que prevalecen para entregar el recurso. En la actualidad se entregan 100 dólares por hectárea a cada uno de los casi dos millones de productores, sin importar la extensión de tierra que cultiven.

Este criterio beneficia principalmente a los 50 mil o 60 mil productores que tienen o siembran más de 30 hectáreas. Representan solo el 2,1 por ciento del total de los agricultores, pero se llevan el 23.2 por ciento de los apoyos (casi 5 mil millones de pesos). Los más amolados, cuya extensión de tierra de cultivo es entre cero y cinco hectáreas, representan el 75.5 por ciento (un millón 800 mil productores), y se llevan apenas el 33.3 por ciento de los recursos (poco más de 7 mil millones de pesos.) Están concentrados en el sur del país.

El plan, que aún no ha sido abierto a los legisladores, pretende reducir de 100 a 70 dólares por hectárea, el respaldo a los productores que tienen más de 30 hectáreas e incrementarlo de 100 a 130 dólares a los que cultivan entre cero y cinco hectáreas.

“No queremos una guerra norte sur”, nos dijo el secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas Jiménez, cuando le preguntamos si tenia prevista la reacción de los agricultores que tienen mas de 30 hectáreas por la disminución de los apoyos.

El funcionario jalisciense no es muy bien visto en el PRI, ni en el PRD. Está conciente que la batalla por una mayor equidad en el reparto de estos recursos no será fácil. “Los 50 o 60 mil productores de mas de 30 hectáreas, son los que tienen acceso a los gobernadores”, recalcó.

Otro problema que el titular de Sagarpa ha enfrentado es la falta de cooperación de algunos gobernadores. No se quieren poner con los recursos que les corresponden para apoyar el campo. “Hay estados que reciben de la Federación hasta 3 mil millones de pesos, aportan sólo 150 millones de pesos, y todavía le quieren bajar”, aseguró. Mencionó a tres mandatarios del PRI que regatean los recursos, pero solicitó mantenerlos en reserva.

Alberto Cárdenas adelanta que el nuevo Procampo entrará en vigor por decreto. No quieren someterlo a debate, para evitar su contaminación política, como ha sido el caso de la Reforma Energética. “Si dejamos las cosas como están, se va a prolongar la inequidad”, advirtió.

Alguien le preguntó a Cárdenas si ya tenía preparada su renuncia. El ex gobernador de Jalisco respondió que no estaba allí por el puesto, y que apenas sienta que “brincan las cosas” va a ser el “primerito” en renunciar. Pero no se vuelen. No piensa irse. “Tengo todo el respaldo del Presidente”, asegura.
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Hace más de una década que cíclicamente vuelve a la Cámara de Diputados el debate sobre los casinos, prohibidos en México. Esta legislatura no es la excepción. Una Subcomisión de Juegos y Sorteos, presidida por el diputado de Alternativa, Armando García Méndez, se instaló ayer en San Lázaro.

El propósito central de instalar la subcomisión, dicen documentos entregados por sus integrantes, es modernizar la obsoleta Ley de Juegos y Sorteos (data de 1947) y empatarla con la realidad que vivimos en México, donde han proliferado las casas de apuesta, sin que hasta la fecha se haya reglamentado el juego, lo que permite a los concesionarios hacer lo que les da la gana.

No es casual que cada vez que se pone a discusión el tema, aparecen por todos lados advertencias sobre lo que le ocurrirá al país si se instalan los casinos. Vendrán idénticos argumentos: proliferará la prostitución, el lavado de dinero, la delincuencia. Como si necesitáramos de los casinos para sufrir de esos flagelos. ¿Duda usted que detrás de esa anatemización haya intereses creados? Yo no.
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“México requiere de otras actitudes, el dos de julio quedo atrás”, subrayó el diputado del PAN, Carlos Felton González, molesto porque el perredista Octavio Martínez, presidente de la Comisión de Turismo en San Lázaro, pretende utilizar el anuncio de la instalación de la subcomisión de Juegos y Sorteos, para golpear políticamente a Santiago Creel.

Martínez declaró que la subcomisión investigará, otra vez, los permisos que Santiago Creel otorgó a Televisa, cuando era secretario de Gobernación y aspiraba a la presidencia de la República, para instalar casas de apuesta. “Quiere utilizar a la subcomisión para lanzar una cacería de brujas”, se quejó el panista.

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