Amnesia.

Algunos chilenos –poquísimos afortunadamente-- parecen haber olvidado la solidaridad de México con los exiliados de la dictadura de Augusto Pinochet. A muchos se les dio refugio, trabajo, y la seguridad que no tenían en su propio país. Se les recibió con los brazos abiertos. Unos se quedaron para siempre, otros volvieron a su patria agradecidos con esta tierra que los acogió en una época de amargos recuerdos para la patria de Pablo Neruda

Por eso no se entiende el trato de “leprosos” – así lo describieron—que se dio en Viña del Mar a los jugadores de las Chivas Rayadas, cuando fueron a jugar con el Everton el torneo de la Copa Libertadores.

Ese trato, por cierto, no justifica de ninguna manera la marranada --no se le puede llamar de otra manera—del jugador del Guadalajara, Héctor Reynoso. La escena, repetida una y otra vez en la televisión, muestra como el mexicano le escupe a un contrario, y luego se tapa en forma alternada los orificios para rociarlo con el flujo nasal.

Mención aparte merecen los casos de Argentina y Cuba. Estos dos países suspendieron sus vuelos a México, con el argumento de que hay que romper la cadena de contagio. ¿Ya se le olvidó a la Habana que fuimos los únicos en el continente que no rompimos relaciones con la “Revolución” cuando los otros países se subordinaron a Estados Unidos? En cuanto a refugiados de las dictaduras militares, Argentina no canta mal las rancheras. Israel y Suiza, que no tienen conexiones aéreas directas, prohibieron viajar a nuestro país.

“Lo único que denota esa medida es la ignorancia de sus autoridades sanitarias”, soltó, espontáneo, un asesor de la SSA, experto en epidemiología. El virus ya se expandió en Europa y Sudamérica.

El calificativo podría otorgarse igualmente a las autoridades francesas, que de plano propusieron a la Unión Europea prohibir en forma conjunta los viajes aéreos a México. Para desgracia de los chicos de Nicolás Sarkozy –¡Ah como extrañamos a Francois Mitterrand-- fueron bateados por la UE en general. Francia, por cierto, reporta ya dos casos de influenza tipo A.

Con China Popular hay que estar agradecidos. Nos mandaron material por cuatro millones de dólares, y un millón más en efectivo. Lo que no se entiende es que el presidente Calderón haya ido, personalmente y a deshoras, a recibir la ayuda. Hubiese sido más que suficiente la presencia de la canciller, Patricia Espinosa.
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A los virus no se les vuelve a poner un apellido de animal. El detallito de llamar “gripe porcina” a la epidemia que nos azota, bajo drásticamente el consumo de carne de puerco, con le consiguiente daño económico a los productores de esta deliciosa carne. La nueva cepa ya fue bautizada: A H1N1.

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Desde hace tiempo nos asalta una duda. ¿Por qué solo se registró un caso de virus A H1 N1, el niño Edgar Hernández, en la comunidad de Las Glorias, en Perote, Veracruz, cuando se reporta que hubo unas epidemia local que afectó decenas de lugareños?
Se lo preguntamos al epidemiólogo Pablo Kuri, quien respondió con apabullante sinceridad. “No sabemos”. El especialista precisó que se hicieron 20 pruebas y que sólo la del niño salió positiva. Al de Edgar lo llaman ya “caso cero”, aunque, admite Kuri, nunca sabremos dónde inició la epidemia.

Lo interrogamos sobre el regreso a clases el 6 de mayo, como está previsto. El hombre, que sigue la evolución de la epidemia las 24 horas del día, prevé que las vacaciones obligatorias se prolongarán hasta el 11 de mayo en los lugares más castigados: (DF, Estado de México, San Luis Potosí) Lo que si considera factible es que los alumnos vuelvan a las aulas en entidades donde no hay casos registrados.

La situación se ha estabilizado. El contagio exponencial cesó. Sabemos que el virus tiene cura si se atiende a tiempo. La mortandad es mínima en un país de más de 100 millones de habitantes. Pero, subraya Kuri, sería un error bajar la guardia. “No podemos desestimar que esto se pueda potencializar”, alertó.