¿Marta Sahagún a la presidencia?

El titulo de la columna fue copiado del capítulo mochado del libro La Diferencia, de Rubén Aguilar y Jorge Castañeda. En esas páginas inéditas, el ex vocero y el ex canciller de Fox dan su versión, vivida desde adentro, del supuesto lanzamiento de la ex primera dama como candidata a suceder al marido. Van algunos fragmentos:

“Cuando se casaron, para Fox fue evidente que Marta no participaría en el gabinete, pero tampoco sería presidenta del DIF. A partir de su trabajo en Vamos México comenzó a adquirir visibilidad pública. Su posible candidatura a la presidencia surgió, de acuerdo con Fox, entre la gente.

“Conforme se vuelve más conocida, no faltó quien le quisiera poner la zancadilla, para detenerla en sus supuestas aspiraciones. Los primeros ataques de la oposición a Marta provocaron su crecimiento ante la opinión pública; lo registraban las encuestas.

“Por muchos meses estuvo sólo por debajo de los niveles de reconocimiento y popularidad del propio Fox. Esta posición se mantuvo hasta el tercer año: por arriba de López Obrador, de los gobernadores y de cualquier otro candidato del PAN. De allí emergió la idea de ser candidata a la presidencia; lo comentaron ambos, y todos en México querían que aclarara si iba a ser candidata o no.

“Fox le sugirió que dejaran correr los rumores; no le estorbaban a ella, ni a él. Fue una decisión consciente, pero sin la intención de lanzarla como candidata. En ese momento imperaba la idea de transferir su popularidad —innegable entre la gente—, al candidato presidencial que el PAN escogiera…

“…Se propagaban por tanto los rumores, la oposición intensificó sus ataques a Marta, y subieron de tono las agresiones, y luego la calumnia. Su popularidad empezó a bajar y la estrategia de la transferencia de la popularidad ya no era sostenible. En ese momento deciden que Marta aclarara ante la opinión pública que nunca contempló la posibilidad de la candidatura.

“Tampoco ponderó, como rezaban los rumores, contender para diputada, senadora o gobernadora de Michoacán, ni como candidata a la jefatura de gobierno en el Distrito Federal. Su proyecto político concluía el día 30 de noviembre de 2006.

“Fox es consciente que persistirá la duda si Marta pensó o no en lanzarse realmente a la candidatura por la presidencia. No había impedimentos legales para hacerlo, pero la idea siempre fue transferir su popularidad al candidato del PAN. El partido en un principio apreció a Marta y su popularidad como un activo para su causa electoral.

“Por ello, en la campaña federal del 2003 la llamaron para muchas tareas; siempre acudió. Marta agrega que la estrategia de transferir su popularidad al candidato del PAN tenía mucho sentido. Compartía esa idea con Vicente. Pero nunca discutieron o diseñaron cuál sería el mecanismo para lograrlo; esto se definiría llegado el momento.

“Comentaron que si Creel resultaba el candidato, ella se podría integrar a la campaña para transferir la simpatía que despertaba en el círculo verde; le atraía esa posibilidad. La estrategia se discutió poco y se daba por buena.

“Fox trató el tema alguna vez con Rob Allyn, el asesor estadounidense; cuando afirmó que la estrategia era coherente mientras el nivel de aceptación de Marta se situaba por arriba de 60%, el mismo que López Obrador, hacia finales del 2003; pero después de la campaña en su contra cayó a 33 % y, a mediados del 2004, ya no tenía sentido.

“A partir de la percepción que podía ser candidata, se generó una ambigüedad en sus relaciones con los más diversos actores de la sociedad. ¿Se encontraban con la esposa del presidente o con la candidata? ¿Se entrevistaban con la publirrelacionista del presidente o con la candidata?

“En ella nunca existió la ambigüedad, dice ahora, pero asume que en los otros sí podía estar presente. A partir de las encuestas ya citadas, las cosas cambian. Los partidos toman nota y empiezan a actuar. El ataque viene, sobre todo, del PRI y el PRD. Abren el frente de ‘los Bribiesca. Se trata de pararla porque los partidos creían en sus intenciones de ser candidata.

“Se articula, entonces, una campaña de los partidos con algunos medios… Incluso en el PAN se abre un frente de ataque. Al interior del partido se acredita la tesis de quienes piensan ‘no vaya a ser que nos haga la misma jugada que Fox, hay que pararla…’” Y la pararon.
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La plana mayor de El Yunque guanajuatense rindió ayer homenaje a Manuel Espino. Los “meones de agua bendita” le organizaron una comida al polémico ex jefe nacional del PAN en casa del alcalde de Irapuato, Mario Turrent. Al convivio asistieron el gobernador del estado, Juan Manuel Oliva, y el líder estatal del PAN, FernandoTorres. Los dos son miembros del CEN de German Martínez.

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