Aguafiestas.

Los panistas no acaban de resolver sus diferencias alrededor de la exención de impuestos a nuevos concesionarios de la llamada banda ancha de la tercera generación. Algunos, como Santiago Creel o Ricardo García Cervantes, emprendieron una cruzada, casi personal, para evitar la ofensiva dispensa.

Lograron sus propósitos en la Cámara alta, pero 47 diputados del azul, entre ellos César Nava y Josefina Vázquez Mota, les aguaron la fiesta. Contribuyeron, junto con priistas y verdes, a reponer la exención del gravamen, durante dos años, por la explotación del espacio radioeléctrico.

Estas diferencias se evidenciaron en la ríspida reunión que sostuvieron ayer los senadores del PAN. El más molesto era García Cervantes. El vicepresidente del senado no acaba de digerir que el jefe nacional y la coordinadora de los diputados de su partido, se hayan deslindado del voto de los legisladores en Xicoténcatl.

En el lado contrario se defienden. Dicen que Javier Corral, aliado de Creel y de García Cervantes en San Lázaro, tuvo libertad de cabildear en contra de la exención propuesta. “Por eso ganó la votación interna”, subrayan fuentes del azul. En esa votación, 68 diputados del PAN sufragaron en contra de la dispensa; 47 lo hicieron a favor, y 14 se abstuvieron.

“¿Cuál es el problema de García Cervantes? El dice que los diputados no se plegaron a la votación de los senadores. ¿Por qué habrían de hacerlo? ¿A poco se creyó eso de que hay Cámara alta y Cámara baja?”, nos dijo, en corto, una voz del gobierno panista.

El tema no está resuelto. El Senado volverá a votar la minuta de los diputados esta semana. Lo que se perfila es la ratificación de la exención, pero si no fuera el caso, la iniciativa quedará separada del paquete fiscal y no podrá volverse a presentarse en este período de sesiones.

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“A los priistas les dieron ganas de orinar masivamente, cuando el Senado votaba el IVA al 16 por ciento. Creen que así pueden evadir su responsabilidad”, soltó, burlón, Jesús Ortega. El jefe nacional del PRD apenas podía contener la risa, por lo burdo de la maniobra. Los colmilludos legisladores del tricolor habían tenido que recurrir a la gastada estrategia de “voy al baño” para aparentar su oposición al regresivo impuesto.

Pero los que se salieron sabían perfectamente que eso facilitaría la aprobación del IVA. Seis senadores del PRI se quedaron en el salón de sesiones, la noche del viernes al sábado, para alcanzar el quórum y permitir que el PAN, apoyado en el PVEM, alcanzara la mayoría requerida. Una auténtica tomadura de pelo.

El PRD, por cierto, está en plena capitalización del descontento. El obradorista Alejandro Encinas, el senador Carlos Navarrete y el propio Ortega, ofrecieron ayer una rueda de prensa para denunciar la “traición” del PRI y el PAN a sus electores. Recordaron que, unos y otros, hicieron campaña bajo el lema de no más impuestos.

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El paquete fiscal dejó fuertes raspones en el PRI. Manlio Fabio Beltrones no pudo colgarse la medalla de oro en la carrera contra los impuestos. La presión de los gobernadores, de Beatriz y de los diputados del PRI, a favor de la cascada de gravámenes, obligó al sonorense recular en su intención de aparecer como el hombre que impidió que se tocara el IVA. Le voltearon la tortilla, apenas inicio el juego sucesorio.

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Los seis aspirantes del PRI al gobierno de Oaxaca se reunirán a comer hoy en el restaurante El Asado Vasco, de la capital del estado. La idea juntar a José Antonio Hernández Fraguas, Eviel Pérez, Adolfo Toledo, Jorge Franco, José Antonio Estefan Garfias y Martín Vázquez, es del mismísimo Ulises Ruiz. “El gobernador quiere mandar un mensaje de unidad y poner fin a la especulación de que la candidatura ya está resuelta. Hay que parar la cargada”, explican colaboradores del mandatario.