Caballo de Troya.

Fernando Toranzo sirvió, hasta el mes pasado, como secretario de salud del gobierno panista de Marcelo de los Santos en San Luis Potosí. Hoy está a punto de convertirse en el candidato del PRI al gobierno de la entidad.

La Comisión Estatal de Procesos Internos va a declararlo vencedor de los comicios internos para elegir al abanderado del PRI que enfrentara al panista Alejandro Zapata Perogordo, en la elección del próximo 5 de julio.

¿Le suena extraño que el funcionario de un gobierno panista se convierta súbitamente en candidato priista ? A mi ya no. En este país hemos visto eso y más.

Allí está el caso de Yucatán, en su tiempo. Es un secreto a voces que desde el gobierno federal panista se operó a favor de la abanderada del PRI y ahora gobernadora, Ivonne Ortega. Los panistas lo dicen en privado; Manuel Espino lo ha hecho público.

Buscamos en los estatutos del PRI si hay impedimento legal para que Toranzo sea candidato. No lo hay expresamente, pero el artículo 166, fracción tercera, de los estatutos, dice que para ser candidato hay que haber mostrado lealtad con la declaración de principios y el programa de acción del PRI.

¿Se podrá desde un gobierno del PAN?

Ya hay acusaciones graves. El diputado con licencia, Jesús Ramírez Stabros se dice “robado”. Acusa al gobernador de haber metido las manos en el proceso interno del tricolor.

A Beatriz Paredes, dirigente nacional del PRI, también la cuestiona. Dice que fue omisa, que cerró los ojos ante lo evidente. Desde el 16 de diciembre (dos días antes del registro) la alertaron sobre lo que significaría Toranzo como candidato. “No hizo caso”, subrayó. Señala a los ex gobernadores del PRI, Horacio Sánchez Unzueta y Fernando Silva Nieto, como coautores del “atraco


“No vamos a aceptar el resultado de la elección. Es un candidato del PRI, impuesto por un gobernador del PAN. Es una desfachatez, una vergüenza para el priismo potosino”, nos dijo el ex dirigente del sindicato de pilotos y delfín del diputado Emilio Gamboa.

Gamboa ya le dijo a Ramírez que impugne el resultado. Le promete todo su respaldo. El beltronista Marco Bernal, dirigente de la CNOP, ya también se pronunció. “Asistimos a una intervención abusiva del gobernador del PAN a favor de quien era su secretario de salud”, aseguró el cenopista.

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El libro se llama “Ministros y Secretarios de Gobernación; Dos Siglos de Política Interna en México”. Lo editó la Segob. Contiene los “perfiles” de quienes han pasado por las oficinas en Bucareli, desde una visión azul: los priistas son autoritarios, represores, tramposos; los panistas son modelo de civilidad y democracia.

El periodista David Aponte hace una magnifica síntesis de su contenido, en la pagina web de W Radio. Van algunos ejemplos, tal como los recoge el periodista:

“A Manuel Barttlett le recuerda el libro que en su gestión asesinaron al periodista Manuel Buendía y al agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar.

Patrocinio González Blanco renunció por el alzamiento del EZLN en Chiapas.

Jorge Carpizo condujo el “accidentando proceso electoral” de 1994, que ganó Ernesto Zedillo.

Esteban Moctezuma presentó su renuncia un día después de la matanza de Aguas Blancas, Guerrero.

Emilio Chuayffet perdió su lugar en el Palacio de Covián por la masacre en Acteal.

A Francisco Labastida le creció el narcotráfico como gobernador. Desde luego, Vicente Fox lo venció en las elecciones presidenciales de 2000.

Diódoro Carrasco, ahora panista, articuló grupos priístas y fue coordinador de la precampaña presidencial de Enrique Jackson.

En la etapa panista, Santiago Creel mereció media cuartilla en este libro y el recuerdo de que perdió en 2000 la jefatura de gobierno del DF frente a López Obrador.

Francisco Ramírez Acuña tuvo una prolífera trayectoria política en Jalisco; el texto no aparece la represión en contra de globalifóbicos, en mayo de 2004.

Carlos Abascal Carranza mantuvo la gobernabilidad del país, especialmente en las elecciones de 2006,.

Juan Camilo Mouriño trabajó para generar un clima de civilidad política y reconciliación, que fue reconocido por todas las fuerzas políticas”.

El libro fue coordinado por Alejandro Poire, asesor estrella de Fernando Gómez Mont, y José Manuel Villalpando, director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México

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Hay movimientos en la Segob. Pablo Ojeda Cárdenas, hijo de un priista de cepa, es el nuevo “particular” de Gómez Mont. A Ojeda no se le conoce militancia ni simpatía por Acción Nacional. “Jamás ha estado en un acto panista”, nos aseguran.

Abraham Cherem, hombre cercanísimo a Juan Camilo Mouriño, es el nuevo jefe de la Unidad de Gobierno, cargo por el que han pasado personajes como Manuel Bartlett, Esteban Moctezuma, o el panista Gonzalo Altamirano Dimas. Blanca Heredia ocupará la Unidad de Desarrollo Político