Tras la huella de Mouriño.

A Gerardo Fernández Noroña se le veía muy contento. “Me gané un viaje a España”, festejaba el polémico secretario de Comunicación Social del PRD. Volará a Madrid el 30 de enero. “Voy a demostrar que Juan Camilo Mouriño es español, a rastrear su árbol genealógico”, nos dijo, muy orondo.

El perredista va en un VTP. Lo financia Radio 13. El boleto se lo ganó el día que se le coló a los policías que resguardan las instalaciones de Bucareli y colgó una bandera española en la reja de la Secretaría de Gobernación. Horas después lo entrevistó la doctora Diane Pérez, la que cuida nuestra salud, en el segmento que tiene en esa emisora. El periódico Reforma publicó ayer copia certificada del acta de nacimiento de María de los Ángeles Terrazo Blanco, la madre de Mouriño.

El acta consigna que nació el 3 de mayo de 1950, a las 10 horas, en el defeño Sanatorio Español, y que es hija de Camilo Terrazo y María Blanco, ambos mexicanos. Eso bastaría para que Juan Camilo fuera mexicano con plenos derechos.

¿No le temes al ridículo? Le preguntamos. “No, porque yo sé que es español. En el acta dice que ella nació en México, pero es falso, tengo información”, repuso el polémico ex vocero perredista (la función le fue retirada).

Desayunamos con Gerardo en El Cardenal del hotel Sheraton. Es uno de los comederos favoritos de los perredistas. En la mesa de junto se encontraba Alejandra Barrales, flamante candidata a la presidencia del PRD. La ex líder del sindicato de aeromozas se levantó a saludar a Noroña. El ex vocero le pidió que le echara ganas. “En esas estamos, porque, si no, gana la derecha”, repuso Barrales, y se retiró a su lugar.
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En otra mesa más alejada se encontraba José Ángel Ávila, secretario de Gobierno del GDF. Esta vez fue Fernández Noroña el que se levantó a saludar. Intercambiaron palabras sobre las acusaciones lanzadas por Nueva Izquierda en contra de funcionarios del gobierno de Ebrard, y del propio Gerardo, por hacer proselitismo a favor de Alejandro Encinas, candidato del legítimo a la presidencia del PRD, con reparto de cobijas en Iztapalapa. “Diles que no sean mentirosos”, sugirió Ávila.

Cuando abordamos el tema de las cobijas con Gerardo, endureció el tono. “Si tienen una sola prueba, que la presenten”, retó. Fue más lejos. Advirtió que es la “última jalada” que le pasa a Jesús Ortega. “Tengo una carta bajo la manga, que le puede hacer daño, la próxima vez, la suelto”, advirtió.
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La noticia nos llegó desde Davos, Suiza. Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México, vaticinó que la recesión en Estados Unidos será “mucho peor” que la que afectó en 1991 a ese país. Los negros vaticinios no los hizo el experimentado economista en ningún discurso o ponencia, lo comentó en corto ante un grupo de personas que asisten al Foro Económico Mundial por excelencia, que ayer se inició en esa montañosa localidad helvética. El tono del ex secretario de Hacienda parece una advertencia de que se vienen tiempos difíciles para México. Ya es un lugar común afirmar que, cuando a EU le da gripe, a México le da pulmonía.
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El tema de la supuesta privatización de Pemex, negada tanto por el gobierno federal como por el senador priista Francisco Labastida, presidente de la Comisión de Energía de la Cámara alta, ya se convirtió en preocupante obsesión para los partidos del Frente Amplio Progresista (PRD, PT, Convergencia).
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Ricardo Cantú, coordinador de los diputados del PT, reveló a este espacio que el FAP mandó hacer encuestas en distintas entidades, con el fin de detectar en qué lugares del país hay mayor proclividad para “defender el petróleo”.

Pero eso no es lo peor. Ya se metieron en universidades y sindicatos. Les pidieron que estén alertas para participar en la “gran movilización nacional” a la que ha convocado Andrés Manuel López Obrador en caso de que la iniciativa para vender la paraestatal a los inversionistas nacionales y extranjeros sea enviada al Congreso.

“Estamos decididos a irnos a una huelga legislativa”, aseveró Cantú. Cuando le preguntamos qué significa para él el término “huelga legislativa”, respondió: “Eso lo dejo a tu imaginación, es parte de la táctica que adoptaremos”.
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Los chismosos dicen que el boicot de los partidos de oposición (PRI, PRD, PT, PDM) a la comparecencia del secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, propuesta, fíjese usted, por el PRI, tiene que ver con una estrategia para presionar por su renuncia.

Dicen también que, tanto Cruz López, líder de la CNC, como Heladio Ramírez, ex dirigente de esa organización campesina, están detrás de la estrategia. “Buscan la renuncia de Cárdenas para colocar en su lugar a Diódoro Carrasco”, nos dijo un importante diputado del tricolor. Cárdenas comparecerá hoy en San Lázaro, pero sólo ante diputados del PAN.