Ya di mi diezmo.

Detrás de cada cachito del billete de lotería 05676 que repartió Fidel Herrera hay una historia digna de ser contada. La primera es que a Yolanda González, la modesta billetera que le vendió el premio mayor al gobernador de Veracruz, le abrieron una cuenta en Banorte con los 570 mil pesos de propina que se juntaron entre los afortunados a los que el gobernador les repartió la suerte. Cada cachito cobró 1 millón 260 mil pesos.

Herrera convocó a los ganadores en las oficinas que tiene en el World Trade Center del Puerto para que se pusieran a mano con la billetera. Puntuales acudieron los empresarios de la construcción Felipe, Valentín y Manolo Ruiz Ortiz; , una empleada que trabaja como cerillo de nombre Julia, un ex boxeador y periodista apodado el Cara de Pollo, que en su día de suerte abordó al mandatario para que le ayudara a pagar su recibo de Luz.

Pero hubo tres personas, cuyos nombres no se revelaron, que de plano se esfumaron. El gobernador los mandó buscar para que se pusieran con la propina y ni sus luces. El Cara de Pollo, personaje de Los Portales, sólo dio 20 mil pesos. “Carmen --la billetera-- habla muy mal de mi”, justificó.

Nos cuenta el propio gobernador que El Cara de Pollo, de apellido González Orozco, ahora reparte tarjetas de presentación que lo identifican como “Don Pollo”, co-ganador del premio mayor de la Lotería el 31 de diciembre pasado. Julia, la cerrillo, de plano no aporto ni un solo peso. “Yo ya di mi diezmo para la Iglesia”, explicó. Manolo Ruiz, uno de los empresarios de la contrucción, se quedó indebidamente con dos cachitos.

Herrera también les pidió para el DIF. A 75 mil por cachito premiado. Se junto un millón de pesos.

El gobernador repartió, días después, otro billete de Lotería, pero esta vez no hubo tanta fortuna. Solo tocó reintegro.
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Antes de que Beatriz Zavala dejara la Sedesol, a principios de semana, se daba como un hecho que Salomón Chertorivsky, director de Diconsa, la empresa del sector social que combate la pobreza alimentaria, seria designado este mes de enero como director general del Consejo Nacional del Vivienda (CONAVI), en lugar de Carlos Gutiérrez Ruiz.

Pero la llegada de Ernesto Cordero a la secretaria congeló el cambio. “Todos estros movimientos oxigenaron a mucha gente”, nos dicen funcionarios vinculados a esa secretaria. Hay quien afirma incluso que Chertorivsky se afianzó en el cargo.
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Un conocido consultor de empresas extranjeras, quien nos pide “no ventanearlo”, escribe a este espacio para comentar las declaraciones del senador Francisco Labastida, presidente de la Comisión de Energía, en el sentido de que no es lo mismo privatizar PEMEX, que abrir PEMEX a la inversión privada.

Labastida sostiene que el transporte de petróleo entre ciudades lo hacen camiones tanques privados. De Tuxpan, que es por donde importamos la gasolina, a la Ciudad de México, cuesta casi 7 dólares el barril. “Si se moviera por ducto – lo que está prohibido para el sector privado-- costaría ochenta y tantos centavos. PEMEX se puede ahorrar seis dólares por barril”, dijo el sinaloense. ¿Si los privados construyen los ductos pierde el control PEMEX de la actividad? Definitivamente no”, aseveró el legislador.

El consultor considera que los costos mencionados por Labastida son razonables; y coincide en que en que permitir la construcción de ductos a los empresarios no sería "privatizar", sino otorgar un contrato de transporte, como otros que ya existen en la CFE para gas por ducto (en lugares en donde no los hay). Pero pregunta: ¿Cuál es el plan macro para ese gasolinoducto?

“Un ducto Túxpan-DF requiere de uno a dos años de construcción y algunos cientos de millones de dólares.Pero también el soporte de un contrato de transporte de al menos 15 años, ¿Consumiremos gasolina importada durante 15 años? Pregunta el consultor.

Y acusa: “La causa –de todo esto-- es que no se invirtió lo suficiente en producción de gasolina, de acuerdo a nuestra demanda. Mucho se fue en mejorar la calidad únicamente. ¿Ejemplo? El proyecto para la ampliación de la refinería de Minatitlán (a cargo de la IP) ya lleva 4 años y no hay para cuándo terminar las plantas. Ahora Hacienda les está regateando los fondos.