Agravios.

Vivimos un fin de semana pletórico de rumores. El sábado recibimos en el celular un mensaje que daba cuenta de una “inminente” renuncia del procurador Eduardo Medina Mora. El motivo estaría vinculado con la negativa del llamado fiscal de la Nación de ir por “la cabeza” de dos gobernadores del PRI. La versión venia firmada por un político de oposición, pero de alto nivel. Eso le daba credibilidad.

Le preguntamos ayer que había pasado. Nos aseguró que muy pronto, Arturo Chávez Chávez, hombre ligado a Pancho Barrio, ex procurador de Chihuahua, ex subsecretario jurídico de la secretaria de Gobernación, “llegará a la PGR”. ¿Será?

En la Procuraduría no reportan ningún movimiento, ni parece haber nerviosismo. “Estamos tranquilos”, aseguran. Otra fuente de la PGR nos dijo que el rumor de la renuncia lleva meses y que entre los posibles sucesores “está ese y otros más”.

Medina Mora, por lo pronto, asistirá a la sesión que hoy celebra, en Palacio Nacional, el Consejo Nacional de Seguridad.

Los mensajes del fin de semana daban cuenta también de un supuesto choque de criterios entre Medina Mora y Germán Martínez en torno a la estrategia para combatir a narcopolíticos. El jefe panista, sin embargo, rechazó categórico que tenga diferencias con el procurador. “La única diferencia que tuve con Eduardo fue cuando sacó un comunicado de que la PGR iba a investigar al PAN de Tamaulipas”, nos mandó decir con el portavoz del CEN del PAN, Héctor Villarreal.

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La frase de Alcide de Gasperi, ex ministro de relaciones exteriores de Italia, de que “un político mira a las próximas elecciones. Un estadista mira a la próxima generación”, le queda muy bien a Germán Martínez. El presidente del PAN colocado, por supuesto, en el papel del político.

La campaña negra que lanzó en contra del PRI, asociándolo con el crimen organizado,
a lo mejor le genera algunos votos, pero va a dificultar tremendamente la generación de acuerdos en el Congreso, de aquí a finales del sexenio. No se necesita bola de cristal para adelantar que los nuevos diputados tricolores, y los senadores, se sienten agraviados y con ganas de cobrar facturas. Habrá poca disposición en esa bancada para respaldar las iniciativas del Ejecutivo.

El PRI arrastra un pasado oscuro, autoritario, de corrupción. Sus miembros han sido caracterizados con la nada favorable figura del dinosaurio, pero hay que reconocer que es también un partido que ha ejercido una oposición responsable, institucional, y que con esa actitud contribuyó a evitar una crisis institucional en aquellas aciagas semanas de finales del 2006.

El mismísimo Manuel Espino considera que Germán empuja a los gobernadores del tricolor a volver a los viejos esquemas “Se ha provocado demasiado el PRI, se le ha arrojado lodo, y esto puede resultarnos muy costoso”, nos dice. El ex presidente del PAN advierte que la campaña contra el tricolor puede empujar a gobernadores de ese partido a retomar viejos esquemas, para inducir el voto.

A propósito. La cúpula del PRI volvió a reunirse anoche, pero esta vez se cerraron a la prensa.

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Ya que estamos. No tengo registro de una relación tan mala entre un ex jefe nacional del PAN y su sucesor, como la que existe entre Manuel Espino y Germán. El tema carecería de importancia, si no fuera porque los trasciende a los dos. El encono entre ambos personajes puede incubar el germen de la división en un partido al que tomó décadas llegar al poder.

La receta para solucionar las diferencias comenzaría por un diálogo franco, directo, para que cada quien exponga sus motivos. Pero el actual presidente del azul cerró la puerta de su oficina a su antecesor. Espino le hizo incluso una antesala de dos horas en las narices de la prensa y nomás no lo recibió. “Lo que tengas que hablar conmigo, me lo dices en el comité nacional”, le dijo

A Espino le cayó mal el mensaje, “Germán es intolerante, está encerrado en su burbuja, tiene miedo de hablar con un ex jefe nacional” dijo. En el CEN ni lo ven, ni lo oyen. “Desde que dijo que apoyaba a Beatriz Paredes, se puede esperar cualquier cosa de él”, reviró el vocero Villarrreal.