“La Tuta se codea con Politicos chingones"

Michoacán se ha convertido en emblema de la complicidad política con el narcotráfico. El escandaloso caso de los alcaldes y los altos funcionarios del gobierno estatal que fueron consignados por sus vínculos con el cártel de La Familia dejó muy mal paradas a las autoridades locales.

Este reportero tuvo acceso a declaraciones ministeriales de testigos protegidos en el ruidoso caso que puso contra las cuerdas al mandatario estatal Leonel Godoy.

Uno de los testigos, bautizado con el nombre clave de Emilio, le puso tremenda balconeada a Julio César Godoy, medio hermano del gobernador, prófugo de la justicia, a quien apenas el pasado viernes lo registraron como diputado electo del PRD en la Cámara baja.

En la declaración, contenida en un documento oficial (Averiguación Previa PGR/SIEDO/UEYDCS/205/2009), Emilio da cuenta de un diálogo que sostuvo con Santiago, a quien identifica como policía de caminos, yerno de Servando Gómez Martínez, alias La Tuta, máximo mando operativo de La Familia. En el documento se lee que Santiago le dijo a Emilio: “Mi suegro se codea con políticos chingones; tiene muy buen paro con Julio Godoy, medio hermano del gobernador. Le resuelve cualquier problema que tenga…”

En otra parte de la declaración, Emilio afirma que Godoy es compadre de La Tuta y que “la mayoría de los miembros de La Familia Michoacana fueron a votar por Leonel Godoy, como ya lo manifesté en diversa declaración”.

La Familia, usted lo sabe, lanzó una violenta ofensiva contra la policía federal, luego de la captura de Arnoldo Rueda Medina, alias La Minsa, uno de los principales operativos del singular cártel de la droga. En el embate cayeron 18 federales y ni un solo elemento de la fuerza pública estatal o municipal. Le preguntamos a un alto mando de la SSP federal si el dato le parecía evidencia de que hay complicidad de las policías locales. No dudó en responder: “Sí hay complicidad, de esas y de otras autoridades”.

¿Dónde quedaron los cinco millones de pesos que el empresario Alejandro Martí pagó por el rescate de su hijo? Esa es la pregunta que se hacen en la Secretaría de Seguridad Pública federal, después de que Noé Robles Hernández, presunto miembro de la banda de Los Petriciolet y asesino confeso del joven Fernando, declarara que le ordenaron matarlo “porque no nos pagaron”.

El empresario dice que entregó el dinero al negociador de la familia, quien supuestamente pagaría el rescate, acompañado por elementos de la PJFDF. Pero la lana no llegó a los secuestradores. Ahora sabemos que eso condenó a muerte al muchacho. ¿Dónde se perdió el dinero? ¿Quién se lo quedó? “Mientras no se aclare el tema, allí va a quedar un cáncer”, nos dicen los altos mandos de la SSP federal.

Peor. Cada vez parece más claro que las acusaciones de la PGJDF a la banda de La Flor, El Apá, la Lore y compañía fueron fabricadas. Eso ha colocado en un brete a Miguel Mancera. La SSP federal considera que la mejor salida para el zarandeado procurador capitalino es que el negociador “venga a declarar”, pero no como testigo.

La dura critica que hizo Nelson Vargas a la policía por haberse tardado en acreditar las líneas de investigación de la familia, que apuntaban hacia la banda de Los Rojos, fueron recibidas con serenidad en avenida Constituyentes. “Esa nos la comemos. Siendo él la víctima, lo que diga está bien”, comentaron en Seguridad Pública.

Los cuatro integrantes de la banda de Los Rojos que ayer cayeron en Veracruz fueron capturados por la Policía Federal gracias a la tarjeta de presentación de un gimnasio, decomisada a uno de los cómplices de la banda, en algún lugar de Guerrero. A ese gimnasio iba la esposa de Cándido, el jefe los secuestradores de la hija del ex director de la Conade. Allí nos enteramos, por cierto, de que Silvia Vargas falleció porque le inyectaron anestesia en una vena y eso le provocó un infarto.

Ya que estamos. Va un dato escalofriante proporcionado por la SSP. De los siete mil 514 secuestradores capturados, 6% son ex policías o ex militares.

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