Un costoso error.

El subsecretario de Enlace Legislativo de la Segob, Manuel Minjares, anda más que apurado. Metió la pata en el asunto de la pospuesta comparecencia en comisiones de Javier Lozano Alarcón, y el secretario del Trabajo tendrá ahora que enfrentarse al pleno de la Cámara de Diputados.

Lozano se iba a presentar ayer en San Lázaro por la glosa del Informe, pero el funcionario de Gobernación mandó un oficio, tanto a la Mesa Directiva como a la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja, para excusarlo de asistir a San Lázaro “por causas de fuerza mayor”, pero sin avisarle al compareciente.

La intención era evitar que Lozano --villano favorito de los amigos de Martín Esparza-- se convirtiera en “carne de cañón” de los legisladores obradoristas, por el papel que ha desempeñado en el conflicto del SME. Por motivos no aclarados, Minjares cambió de opinión y retiró el oficio de la Mesa Directiva.

El funcionario, sin embargo, dejó una copia en manos del presidente de la Comisión del Trabajo, Tereso Medina. Este lo leyó rápidamente ante el pleno de la citada Comisión y el sindicalista perredista, Francisco Hernández Juárez, recogió el tema, lo llevó al pleno camaral y se armó la rebatinga.

La sesión fue suspendida para debatir el punto. Al final, se aprobó un acuerdo de la Junta de Coordinación Política, órgano de Gobierno de la Cámara, para que se convoque a Lozano ante el pleno de los diputados, el próximo miércoles.

El acuerdo manifiesta la “profunda extrañeza” de los coordinadores parlamentarios por el oficio enviado por el funcionario de la Segob, y exige al Ejecutivo mantenerse “en el marco del respeto y la institucionalidad.” ¡Sopas…!

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Sólo 36 diputados del movimiento obradorista votaron ayer a favor de que interponga en la Suprema Corte de Justicia una controversia constitucional en contra del decreto del Presidente Calderón que desaparece la ineficiente Compañía de Luz y Fuerza. Hubo 356 votos en contra de priistas, panistas y verdes; y 53 abstenciones, entre ellas las de Los Chuchos del PRD. Ni duda cabe que el sindicalista Martín Esparza debe buscar apoyos para su causa en otro lado.

El tema provocó tensiones en la bancada del PRI. La diputación mexiquense, que encabeza Emilio Chuayffet, reclamó al coordinador parlamentario de ese grupo, Francisco Rojas, su pronunciamiento público a favor del SME. Los legisladores peñistas recordaron a Rojas que el de Esparza ha sido un pésimo sindicato, y que los usuarios de la LYF están de fiesta en la entidad por la extinción de la ineficiente compañía.

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La numerosa bancada del PRI (237 diputados) se perfila hacia el rechazo del famoso 2 por ciento para combatir la pobreza. “Ese impuesto la tiene muy cuesta arriba”, reveló Jorge Carlos Ramírez Marín, vicecoordinador del grupo parlamentario, y uno de los principales negociadores del paquete económico.

El diputado precisó que se construye una “carátula” –el gran total de los montos que calcula recaudar la SHCP con los nuevos gravámenes—para saber que es lo que hace falta. “En principio, el PRI está en contra de cualquier nuevo impuesto”, puntualizó

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“Los de esa mesa son del PRI, pero quieren que yo gane”, comentó Xóchitl Gálvez, aspirante a la gubernatura de Hidalgo, mientras miraba hacia el lugar donde se encontraba el ex gobernador de ese estado, Manuel Ángel Núñez Soto, con otras cinco personas, en el restaurante The Palm de Polanco.

La ex encargada de Asuntos Indígenas asegura tener las simpatías de cuatro partidos -- PAN, PRD, PT y Convergencia— para ir por la gubernatura. Quiere unirlos alrededor de una “agenda ciudadana” que incluya combate a la corrupción, transición democrática, educación, salud y generación de empleo. Se escucha lindo, pero se ve difícil, ¿No?

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