"Ganó el aburrimiento"

Muy orondo llegó Alejandro Encinas al debate entre los seis candidatos a la presidencia nacional del PRD. Se declaraba optimista y listo para dar la batalla. “Aquí estoy, sin necesidad de porras”, presumía el ex jefe de gobierno del DF. Este reportero lo escuchó y de inmediato lo cuestionó: “Tú también tienes porra, y al más alto nivel…”

Las risas no se hicieron esperar. Todo mundo entendió el comentario. A Encinas lo apoya abiertamente Andrés Manuel López Obrador, a pesar del compromiso de no meterse en la contienda que, según Nueva Izquierda, asumió el legítimo

“¡Que cabrón eres…!” intervino Gerardo Fernández Noroña, quien formó parte del coro de risas. A Alejandro no le quedó más que esbozar una sonrisa. “El (Andrés) no es porra, es parte del equipo”, reviró el cachorro del tabasqueño.

Encinas no ve mal que Andrés lo apoye abiertamente. Es más, le molesta que lo quieran callar. “Siempre he estado en contra de las leyes mordaza.”, nos dijo. Y se lanzó contra la “burocracia” del partido, que se vuelve muy conservadora, cuando tiene “pretensiones hegemónicas”, dijo.

El tema de la injerencia del legítimo en el proceso interno no fue tocado durante el debate. Ni siquiera Jesús Ortega, el candidato más perjudicado por el pronunciamiento del tabasqueño, utilizó la tribuna para hacer la denuncia.

“Eso es lo que ellos quisieran. Subir a López Obrador a la campaña. Convertirlo simbólicamente en candidato, a través de Encinas: ya ves como lo traen pegado en la solapa”, hizo notar un colaborador de Chucho. Ponerse contra el legítimo no es rentable al interior del PRD. Mucho menos en vísperas de la renovación de la presidencia nacional. Ese es el drama.
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El debate quedó a deber. “Ganó el aburrimiento”, manifestó con franqueza el polémico secretario de comunicación del PRD, apenas terminó el prolongado evento. El formato fue rígido. A los asistentes se les prohibió aplaudir o manifestarse. Los candidatos no podían dialogar entre sí; mucho menos atacarse. Evitaron el escándalo, pero se les fue la nota.

Fue un ejercicio semiclandestino -- la definición es de Encinas—que muy pocos pudieron observar. Sólo fue trasmitido en la página que el PRD tiene en Internet y en otro sitio de la web, cuya dirección es votoporvoto.com.mx.

Hubo un momento de alboroto. La causa no fue el pronunciamiento de alguno de los candidatos, sino la psicósis que vivimos en la capital desde el pasado viernes. Fotógrafos, camarógrafos y reporteros abandonaron a toda prisa el Museo de la Ciudad de México, donde se realizaba el debate, cuando Encinas iniciaba su participación. El chisme era que había una bomba casi a las puertas el Museo, y que elementos de la policía se la habían llevado en una lona negra. Falsa alarma.

El que animó el debate fue Alfonso Ramírez Cuellar. Tocó el tema de los dineros que manejan sin control, tanto Ortega como Encinas. Habló de la “renta” de falsos militantes que se ha registrado a lo largo del proceso para engrosar el padrón del PRD. El Barzonista llevaba la carta que va a entregar al Consejo Técnico Electoral, en la que exige se solicite a Encinas presente las facturas de las 6 millones de cartas que envió para promoverse. Pero se le “olvidó” exhibirla antes de que concluyera el evento.

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Fernández Noroña, por cierto, ya sacó invitación a comer. Se la hizo, nada más y nada menos, que Jesús Ortega. Nada tiene de extraño que dos perredistas se sienten a comer juntos, salvo que en la guerra civil que hay en ese partido, ambos están en trincheras opuestas. “Lo cortés no quita lo valiente; de todas maneras vamos a tener que ir juntos””, justificó el Chucho mayor.
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Se vino abajo el nombramiento de Néstor Martínez Cristo como jefe de la unidad de comunicación social del IFE. El reglamento exige un título universitario con, por lo menos, cinco años de antigüedad. Martínez, quien fungió como vocero de la UNAM en los tiempos de Juan Ramón de la Fuente, lo obtuvo hace dos años. Los consejeros esperan una nueva propuesta de Leonardo Valdés Zurita

Por cierto que los indicios de la subordinación de algunos consejeros del Instituto a los designios de la partidocracia se multiplican. Por una mayoría de 5 a 4 resolvieron atender la petición de las agrupaciones políticas de posponer la entrada en vigor de la prohibición a todo funcionario público de anunciarse en espectaculares con fines de promoción personal. Esta disposición debió haberse iniciado el pasado viernes. Los partidos argumentaron, falsamente, que no tuvieron tiempo de prepararse. Los tres nuevos consejeros, entre ellos el presidente, atendieron la solicitud.
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Ya tenemos nuevo director de RTC. Se llama Norberto Tapia, quien hasta ayer fungía como director de la Dirección General de Televisión Educativa. Suple a Irma Pía, nombrada recientemente subsecretaria de Normatividad de Medios de la Segob.

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