"Me tuvieron que poner escolta..."

Las grillas entre defensores de los derechos humanos están a la orden del día. María Guadalupe Morfin Otero, titular de la Fiscalía para Combatir la Violencia Contra de las Mujeres y la trata de personas (Fevim) dice que el ombusdman no la quiere “porque le gané la partida en los medios”.

Morfin nos llamó para rechazar las críticas que José Luís Soberanes hizo a su gestión como comisionada para Erradicar la Violencia contra la Mujeres en Juárez, contenidas en su Segundo Informe de Evaluación Integral de las Acciones realizadas por los Tres Ámbitos de Gobierno, presentado a finales de enero.

La CNDH cuestiona el manejo de recursos asignados a esa tarea (los calcula en 320 millones de pesos) y destaca la cifra “apenas superior a los 13 millones de pesos” que recibieron familiares de las victimas. Morfin niega haber manejado un presupuesto de ese tamaño, y asegura que el programa Leo Luca para prevenir la violencia, que costó tres millones de pesos y no sirvió para nada, estaba en marcha cuando ella asumió. La violencia sigue a todo lo que da esa localidad fronteriza. De enero del 2004 a la fecha se han registrado 89 feminicidios, a pesar de los múltiples programas.

Morfin y Soberanes están enfrentados desde el 2001, cuando ella era Comisionada de los Derechos Humanos en Jalisco. La mujer defendió a celadores que supuestamente facilitaron la fuga del Chapo Guzmán de Puente Grande, en Jalisco.

La CNDH la responsabiliza, ni mas ni menos, se haberle abierto las puertas del penal al narcotraficante. Morfin rechaza tajante el señalamiento y asegura que tan no es así que “tuvieron que ponerme escolta del 2001 hasta el 2006”. Va el dato principal: Morfín fue candidata a ocupar el cargo de Soberanes en el 2004. La respaldaban más de decenas de ONG’s a las que ha cobijado a lo largo de su trayectoria.
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Leales a Enrique Peña Nieto nos cuentan que el gobernador del Estado de México enfrió sus relaciones con el senador Jesús Murillo Karam, secretario general del PRI, uno de los arquitectos de la Reforma Electoral, conocida también como la Ley Beltrones.
Colaboradores del mandatario juran que el político hidalguense “ni las manos metió” para matizar el capítulo que prohíbe a los funcionarios promocionarse en la tele, lo que claramente afecta las aspiraciones presidenciales del mexiquense. Lo más lamentable, dicen, es que a Peña Nieto “le debe su escaño y su cargo como número dos del PRI”, y ahora anda muy del brazo con Beltrones.
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MarceloEbrard cambió la estrategia de Andres Manuel Lopez Obrador para apuntalar sus aspiraciones presidenciales para el 2012. En lugar de hacer segundos pisos, como su jefe, hará un túnel de Santa Fe al Auditorio Nacional. Le dijo a Joaquín López Dóriga que en este 2008 iniciará la magna obra, y que llevará dos años y medio su construcción.

Otra diferencia con el Legitimo. En lugar de pedir que lo den por muerto para el 2012, admitió que trabaja en ese ambicioso proyecto, pero asegura que tiene claro que no debe ser su proridad, porque entonces , dijo,“te empiezas a cuidar” y en esa lógica “te puedes equivocar.”
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Beatriz Paredes empieza a dar señales de vida. Realizó una serie de cambios en el CEN del PRI, con el objeto de consolidarse frente a las elecciones intermedias del 2009. De entrada nombró secretario de Asuntos y Desarrollo Metropolitano al diputado Carlos Rojas Gutiérrez.

El principal reto del legislador parece de titanes: volver a colocar al PRI en el mapa del DF. Algunos ven la incorporación de Rojas al CEN como un guiño al desairado Movimiento Territorial, que encabeza Carlos Flores Rico.

A Sebastián Lerdo de Tejada, abogado de profesión, lo sacó de la Secretaría de Estrategia, Información y Propaganda, para colocarlo en un cargo más acorde con su trayectoria. Fungirá como representante ante el IFE. La llegada de Lerdo al pisoteado Instituto le da otro perfil a la representación del PRI. Substituye a Alfredo Femat Flores, quien se queda como subsecretario de Elecciones en el CEN. Ramiro Pineda, ex vocero de Colosio, será secretario adjunto a la presidencia del CEN, mientras que Ignacio Cabrera, un discreto y leal colaborador, se quedará en lugar de Lerdo.
Llama la atención que no designó a nadie en el estratégico cargo de secretario técnico del Consejo Político Nacional, que lleva un año acéfalo, a pesar de que se barajaban ya algunos nombres: José Ramón Martel, César Augusto Santiago, Humberto Lepe y Tomas Yárrington.