Mejor cerramos el Congreso.

El encono sube y no parece haber poder humano que lo detenga. López Obrador descalifica, amenaza, divide. Está frustrado porque no es Presidente y se cobra la factura. Amaga, con toda impunidad, con desatar la violencia. Sabe que el gobierno federal nada puede hacer en su contra. Lo volvería a convertir en San Andrés mártir, con las consecuencias que ya vimos y padecimos.

De eso pide su limosna.

El ayatola de Macuspana ya advirtió que si llega al Congreso una iniciativa de Ley que abra otras actividades de PEMEX a la inversión privada, puede haber una confrontación mayor. Bloqueará aeropuertos, tomará carreteras, desestabilizara al país. No importa que el PRD sea minoría, no importa que panistas y priistas aprueben la iniciativa.

Las cámaras no sirven. Son instrumentos para saquear al pueblo y entregar el patrimonio nacional a los extranjeros y a la “derecha rapaz”. ¡Al diablo con ellas…! Mejor cerramos el Congreso y gobernamos desde la calle.

La cosa no para allí. El tabasqueño descalifica a los legisladores de su partido que no piensan igual que él. Los ha maltratado, ninguneado, ofendido, a pesar de que contribuyen con su diezmo a mantener su fantasía de gobierno legitimo. Públicamente ha dicho que cambiaron el “morralito” por “camionetas de lujo”; o que se dejan “agarrar la pierna, políticamente hablando…”

A excepción de Ruth Zavaleta, quien no tuvo empacho en calificarlo de buscapleitos de taberna, la mayoría de los perredistas le tienen miedo. Carlos Navarrete, convertido en villano favorito de los talibanes amarillos, sabe que Andrés Manuel es, en buena parte, responsable del clima de hostigamiento que provocó la agresión.

Pero ayer mismo, sin haber asistido a la reunión en la residencia oficial del legítimo, le agradecía el deslinde, por demás ambiguo, que hizo de la agresión que sufrió el domingo. Navarrete declaró: “me satisface que Andrés Manuel haya salido a descalificar con energía (?) el uso de la violencia.”

Por eso los trata así.
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La cara de Jesús Ortega reflejaba impotencia, enfado, frustración. Y es que lo sucedido a Carlos Navarrete y Javier González Garza en el acto proselitista convocado el domingo por Andrés Manuel, frente a la Torre de PEMEX, parece el preludio de una tragedia.

“Voy a esperar su reacción (del legitimo) esta tarde, y si no hay un deslinde claro, convocaré a rueda de prensa”, advertía Chucho, en charla con este espacio, Jesús iba más lejos. “Todos sabemos quien ha incubado el huevo de la serpiente”, reconocía Según Ortega, los agredidos iban a poner los puntos sobre las iies al legítimo. ¿Se atreverán?

El dirigente de Nueva Izquierda acababa de ofrecer una rueda de prensa en la que se había cuidado expresamente de no mencionar al legitimo, aunque había expresado claramente que llegó la hora de terminar con las ambigüedades.

El tema de conferencia fue la agresión que los dos coordinadores parlamentarios sufrieron por fundamentalistas al servicio del ayatolá de Macuspana. A Navarrete le fue peor. Fue zarandeado y golpeado por seguidores de Alejandro Encinas, candidato del Peje a la presidencia del PRD.

Al propio Chucho lo han calumniado, acusado de traidor y vendepatrias. Ha recibido amenazas de muerte por teléfono, por internet. Ese es el clima que ha fomentado López Obrador.

Izquierdistas intachables comienzan a mostrar signos de rechazo por las actitudes excluyentes del Peje. “Pareciera como si todos los que no estamos con Encinas fuésemos traidores. Hasta Camilo (Valenzuela) se queja”, lamentó Saúl Escobar, integrante del equipo que respalda la candidatura de Alfonso Ramírez Cuellar a la presidencia de ese partido.
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Marcelo Ebrard esté encantado con la colaboración del Estado de México y de ¡ Conagua…! en la cruzada que, junto con ellos, ha emprendido para modernizar el sistema hidráulico de la Ciudad de México. “Tenemos una de las mejores etapas de colaboración”, reconoció el jefe de gobierno.

El comentario lo hizo en la reunión que sostuvo ayer, en la Torre Mayor, con líderes de opinión, a los que adelantó las grandes líneas del plan de obras hidráulicas, que hoy anunciará conjuntamente con el gobernador Enrique Peña Nieto; y el titular de Conagua, José Luís Luege.

El plan incluye inversiones que representan, en su conjunto, 7 mil 626 millones de pesos y permitirá, por primera vez en 13 años, dar mantenimiento al drenaje profundo, que data de las épocas de Luís Echeverría.

Se van a inaugurar también cuatro plantas de bombeo para incrementar la capacidad de desalojo de las aguas pluviales y residuales. Con ello, asegura Ebrard, quedará conjurada “definitivamente” la amenaza de ver a esta Gran Tenochtitlán inundada de aguas negras. “Obras de este tipo no se pueden hacer sin ingeniería política”, presumió el hombre. Ya entendió que es mejor cooperar que confrontar.

Murio ayer el padre del periodísta Fidel Samaniego. Desde aquí un abrazo solidario.

1 comentario:

Anónimo dijo...

felicitaciones eeres un verdadero periodista