El dilema de Felipe.

El Jefe Diego Fernández de Cevallos comentó alguna vez los motivos que le impiden trabajar con el presidente Calderón. “Tiene la mecha muy corta, y yo ni mecha tengo”, nos dijo. El tema viene al caso por la trágica muerte de Juan Camilo Mouriño, y el lugar que deja vacío.

En las ultimas horas he hablado con panistas que reconocen, en corto, que es el “idóneo” para ocupar el cargo de secretario de Gobernación, aunque saben que no tiene la confianza de Felipe.

Diego es un hombre de experiencia, con liderazgo y manejo de crisis. No le tiembla la mano para tomar decisiones; sus relaciones con la oposición institucional son de lo mejor, y baila al son que le toquen. Ese cargo no está diseñado para la Madre Teresa, ni para el Santo Niño de Atocha.

En contra del ”Jefe” juega su espíritu de hombre de negocios –hasta una Ley le confeccionaron-- pero también la poca simpatía que le tiene la familia Calderón, en especial Luisa Maria, hermana del Presidente, quien en la legislatura pasada buscó por todos los medios su destitución como coordinador de la bancada del PAN en el Senado.

El Presidente debe buscar al sucesor de Mouriño más allá de su círculo de amigos. Puede transformar la tragedia en oportunidad, llevar a Bucareli a alguien con capacidad, experiencia, que sepa inspirar confianza a los mexicanos. Alguien que no tenga agenda personal, ni necesidad de cuidarse para el futuro.

El problema es que no le sobran candidatos.

El diputado del PRI, Emilio Gamboa, elaboró el perfil del hombre o mujer que, a su juicio, debe tomar las riendas en Bucareli. “Es necesario que tenga una enorme sensibilidad política; que entienda la historia del país, que tenga claro que vivimos en una nación plural; que la oposición tiene la mayoría en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, por lo que va a tener que dialogar con nosotros; deberá tener sensibilidad”, dijo.

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Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del Distrito Federal, ha estado a la altura de las circunstancias. Fue el primero en llega a la zona del desastre. Lo hizo montado en una moto, apenas quince minutos después de ocurrida la tragedia. Ha dormido poco y trabajado mucho. Canceló toda su agenda para ocuparse por entero del trágico asunto.

El perredista, quien no reconoce el gobierno de Calderón, fue invitado oficialmente al funeral de Juan Camilo, pero también al homenaje de cuerpo presente que el Presidente de la República rendirá hoy a su amigo, en las instalaciones del Campo Marte.

Anoche, a las 20 horas, sus colaboradores nos dijeron que el jefe de gobierno “evaluaba” si asistiría a la funeraria o al Campo Marte. “Si finalmente decide no ir, es para no hacer un circo de una situación; pero si va, lo hará de manera digna”, aseguran en el Palacio del Ayuntamiento.
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Francisco Ramírez Acuña, ex secretario de Gobernación, quiere ser diputado federal. Distintas fuentes nos confirmaron que el jalisciense ha comentado en corto que tiene la promesa del presidente Calderón de hacerlo coordinador del grupo parlamentario azul en la Cámara de Diputados. ¿Será?
Otro que quiere regresar a San Lázaro es Manuel Espino Barrientos, ex jefe nacional del PAN. Es también fuerte candidato a la coordinación de la bancada azul en la Cámara baja. La decisión final recae oficialmente en Germán Martínez, jefe nacional del blanquiazul, pero el que realmente nombrara al coordinador, todos lo sabemos, es Felipe Calderón.
Algo que quedó tapado es el reconocimiento que Calderón le hizo la semana pasada a Santiago Creel, durante un cónclave con legisladores azules, realizado en los Pinos. El Presidente de la Republica, nobleza obliga, elogió el papel que el otrora coordinador de los senadores del PAN, destituido injustamente, jugó en las exitosas negociaciones sobre la reforma energética. El ex secretario de Gobernación no estuvo allí para escuchar el mensaje del mandatario, pero no faltó quien se lo contara rápidamente.
A Germancito Martínez seguramente se le revolvió el hígado con las palabras del jefe de la Nación. El jefe del PAN, usted recordará, no solo abandonó antes de tiempo el Senado el día que le tocó exponer en los foros sobre la Reforma Energética (prefirió atender una entrevista con Joaquín López Dóriga), sino que nunca estuvo de acuerdo con la estrategia negociadora de Santiago Creel.
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“Usé 45 años el uniforme, pero no tengo uniformado el cerebro”, nos asegura el general en retiro, Luis Garfias Magaña, quien propone, ni más ni menos, que se suspendan las garantías individuales (Articulo 29 de la Constitución) en las zonas del país controladas por los cárteles de la droga.
¿Qué le parece?

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