Un juez muy caro.

Baltasar Garzón saltó a la fama hace una década por ser el primer juez en cuestionar la impunidad en la que entonces vivía el fallecido dictador chileno, Augusto Pinochet. Ahora está en el candelero por lo costoso de sus conferencias. El periódico español El Mundo publicó, el pasado domingo, que el famoso juez español cobró 25 mil euros – unos 375 mil pesos, al tipo de cambio de entonces-- por una hora de charla que ofreció en el tamaulipeco Puerto de Tampico, en octubre de 2007.

La conferencia se tituló "Seguridad y Administración de Justicia: reflexiones comparativas". El dinero recibido se repartió entre los 14 mil 37 euros que le pagaron a Garzón, y los 11 mil 400 de gastos. Entre estos se incluye su estancia en un hotel de cinco estrellas, y los boletos de avión en primera clase, para él y su guardaespaldas.

Lo peor. Todos los gastos corrieron por cuenta del gobierno de Tamaulipas, que lo contrató como parte de los eventos de su Semana Estatal Emergencias 066. El programa sólo incluyó dos actos más: el «torneo policial deportivo Cosme Cruz» y la «primera carrera estatal Emergencias 066», asegura El Mundo.

La nota, firmada por el periodista Joaquin Manso, dice que horas después de mandar a prisión a la cúpula de Batasuna, el juez socialista tomó a la 1.50 (hora española) un vuelo de Iberia que lo trajo al DF., adonde llegó a las 6.35 (hora mexicana). Otro avión lo trasladó a Tampico.

Esa noche, ofreció su charla en un abarrotado Teatro Metro, ante 350 personas, y asistió a una cena de gala en la que, según varios asistentes, el magistrado español sorprendió muy positivamente por su buen estilo para las rancheras.

Ayer apareció en el portal del mismo diario que Garzón ofreció recientemente otra conferencia en Monterrey, Nuevo León, bajo el titulo de “Libertad y Seguridad, los retos para una nueva ciudadanía”. El cotidiano no especifica el costo de la charla, ni el contratante, pero por la misma conferencia cobró en España, 12 mil euros (228 mil pesos, al cambio de ahora).

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Humberto Morgan y Agustina Hernández han sido leales como pocos a Andrés Manuel López Obrador. Los dos fueron en fórmula en las elecciones internas del PRD - él para delegado, ella para diputada local- en Álvaro Obregón. Su planilla era independiente. Ni bejaranos, ni chuchos. Tenían la esperanza de dar la pelea –y la dieron-- pero al final de cuentas el aparato delegacional los aplastó. En el “cochinero” salieron ganones los abanderados que apadrinó el famosísimo señor de las ligas.

Agustina y Humberto se sienten decepcionados, tristes por el silencio (cómplice) del Peje, ante tanta irregularidad en las urnas: compra de votos, intimidación, carruseles. “Tenemos cientos de evidencias”, aseguran. No se van a quedar callados, a pesar del silencio que les quieren imponer para, les dicen, no lastimar la imagen del partido. Junto con otro damnificado del cochinero, Ricardo García, candidato a diputado federal por Nueva izquierda, buscan reagrupar a otros inconformes para elaborar una declaración sobre la necesidad de que el PRD abandone esas prácticas “del poder por el poder”.

Lo sucedido en Álvaro Obregón no está en el radar de Jesús Ortega. El presidente nacional del PRD admite irregularidades sólo en tres puntos: la localidad mexiquense de Donato Guerra, donde un grupo de personas impidió se instalarán casillas; Los Reyes la Paz, sustrajeron las urnas con las boletas, y en Coyoacan. “Lo demás son dichos”, aseguró Chucho.

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En época preelectoral –y de crisis-- no faltan iniciativas originales. Ya tuvimos una, del panista Gerardo Buganza, que resultó un petardo: el retiro de la tenencia.
Pero hay otra, con más posibilidades, elaborada por los diputados del PRI, Marco Bernal y Chon Orihuela, que busca reducir parcialmente las colegiaturas, incluyendo las inscripciones.

“La cantidad máxima que se pueda deducir de las colegiaturas, incluyendo las inscripciones por cada ejercicio fiscal, será el equivalente al monto anual total erogado por el Estado, por cada alumno en los niveles de educación pública obligatoria, establecidos por el artículo 3° de la Constitución”, dice la iniciativa, que será presentada este miércoles en la Cámara de Diputados.

Los montos a deducir son los siguientes: 11.900 pesos por cada alumno de educación preescolar; 10,800 por alumno de primaria; y 16,600 de secundaria.

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Martin Olavarrieta es el candidato del PRI a la delegación Miguel Hidalgo. La tiene en chino. Va contra Demetrio Sodi, ex candidato panista a jefe de gobierno del DF; y la velocista Ana Guevara. Vinculado con Beatriz Paredes, el priista no ser amedrenta. Sabe que hay irritación en el PAN por la designación de un “externo”, y un pleito a muerte en el PRD.

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Fe de erratas. El sábado bautizamos a Alfonso Elías Serrano con el nombre de Fernando. Una disculpa al candidato priista al gobierno de Sonora, y a los lectores.