“Está cabrón, muy cabrón…”

Sebastián Lerdo de Tejada sacó su celular, buscó la información en internet, y mostró al reportero el saldo de de la guerra contra el narco en el primer mes de este año: 904 muertos. Si lo multiplica por los 12, puede darse una idea del ritmo que la violencia lleva este año del bicentenario. Vamos por el récord, 10,848. “Está cabrón, muy cabrón…” comentó, espontáneo, el diputado del PRI.

El tema gravitó no sólo en el arranque del período ordinario de sesiones del Congreso, sino en la sesión de clausura de la Comisión Permanente, donde se guardó un minuto de silencio por los caídos este fin de semana. Una docena de chavos –y 4 adultos—masacrados en Ciudad Juárez; otros 10 en un antro de Torreón. El luto en el país, por enésima vez.

Los muertos en ambos casos no eran delincuentes, ni potenciales sicarios. Eran estudiantes de secundaria y preparatoria que se divertían, los de Juárez, en una fiesta privada; los de Torreón, en un antro. Fueron cobardemente asesinados por comandos armados ¿Quiénes fueron? ¿Qué buscaban? ¿Por qué? Las preguntas se multiplican; la falta de respuestas son evidencia de lo indefensos que están los ciudadanos no solo en esas castigadas ciudades, sino en las porciones del territorio que controla el narco.

* * *
Ciudad Juárez es la localidad más vigilada del país. Miles de federales han sido trasladados a esa localidad, los militares realizaron las labores de la policía durante meses. ¿De que ha servido? “Los crímenes cada vez son más horrorosos, los saldos más pesados”, observó el diputado juarense del PRI, Jaime Flores Castañeda, secretario de la Comisión de Derechos Humanos. El legislador sintetiza en tres palabras la causa de este fracaso: “No hay estrategia…”

Después de ahogado el niño, el alcalde de Juárez, José Reyes Ferriz, ofrece un millón de pesos de recompensa, a quien proporcione información sobre los agresores de los chavos; el Senado llama a cuentas al general Guillermo Galván Galván, titular de la Defensa, al almirante Francisco Mariano Saynez; de Marina; a Arturo Chávez, PGR, y al secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, para que aclaren la estrategia de seguridad; Eduardo Olmos Castro, alcalde de Torreón, anuncia el cierre de bares, mientras el presidente Calderón sigue, sin contratiempos, su gira por Japón.
* * *

“Si le voy a entrar…”, reiteró, contundente, el perredista Carlos Navarrete, cuando le preguntamos si va a buscar la grande en el 2012.. Ni siquiera va a esperar a que termine su período como presidente de la mesa directiva de la Cámara de Senadores. En mayo emprenderá sus primeras acciones con ese propósito. Explicó: “Lo peor para la izquierda sería ir con un candidato único. Hay que abrir el abanico.” Su correligionario Graco Ramírez, quien lo acompañaba, completó: “No podemos dejar que Andrés Manuel nos encajone”.

Lo adelantamos aquí el pasado 22 de enero, bajo el titulo de “El parto de los Alejandros”. Nació ayer una nueva corriente en el PRD para arropar la candidatura de Marcelo Ebrard a la Presidencia de la Republica. La encabezan formalmente Alejandra Barrales, presidenta de la Comisión de Gobierno de la ALDF, y Alejandro Encinas, coordinador de los diputados del PRD. La adhesión de este ultimo es testimonio de que el bebe tiene la bendición de Andrés Manuel.
* * *
La imagen decía mas que mil palabras. Cesar Nava, presidente del PAN, Junto a Jesús Ortega, presidente del PRD. Los dos alzaban los brazos de José Rosas Aispuro, priista hasta hace dos días, como candidato de la coalición al gobierno de Durango. El pragmatismo llevado a su máxima expresión. Ayer mismo fue destapado como “candidato de unidad” del PRI –o mejor dicho, del gobernador Ismael Hernández Deras- el diputado con licencia, Jorge Herrera Caldera. El dedazo en su versión periférica.
Sebastián Lerdo de Tejada sacó su celular, buscó la información en internet, y mostró al reportero el saldo de de la guerra contra el narco en el primer mes de este año: 904 muertos. Si lo multiplica por los 12, puede darse una idea del ritmo que la violencia lleva este año del bicentenario. Vamos por el récord, 10,848. “Está cabrón, muy cabrón…” comentó, espontáneo, el diputado del PRI.

El tema gravitó no sólo en el arranque del período ordinario de sesiones del Congreso, sino en la sesión de clausura de la Comisión Permanente, donde se guardó un minuto de silencio por los caídos este fin de semana. Una docena de chavos –y 4 adultos—masacrados en Ciudad Juárez; otros 10 en un antro de Torreón. El luto en el país, por enésima vez.

Los muertos en ambos casos no eran delincuentes, ni potenciales sicarios. Eran estudiantes de secundaria y preparatoria que se divertían, los de Juárez, en una fiesta privada; los de Torreón, en un antro. Fueron cobardemente asesinados por comandos armados ¿Quiénes fueron? ¿Qué buscaban? ¿Por qué? Las preguntas se multiplican; la falta de respuestas son evidencia de lo indefensos que están los ciudadanos no solo en esas castigadas ciudades, sino en las porciones del territorio que controla el narco.

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Ciudad Juárez es la localidad más vigilada del país. Miles de federales han sido trasladados a esa localidad, los militares realizaron las labores de la policía durante meses. ¿De que ha servido? “Los crímenes cada vez son más horrorosos, los saldos más pesados”, observó el diputado juarense del PRI, Jaime Flores Castañeda, secretario de la Comisión de Derechos Humanos. El legislador sintetiza en tres palabras la causa de este fracaso: “No hay estrategia…”

Después de ahogado el niño, el alcalde de Juárez, José Reyes Ferriz, ofrece un millón de pesos de recompensa, a quien proporcione información sobre los agresores de los chavos; el Senado llama a cuentas al general Guillermo Galván Galván, titular de la Defensa, al almirante Francisco Mariano Saynez; de Marina; a Arturo Chávez, PGR, y al secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, para que aclaren la estrategia de seguridad; Eduardo Olmos Castro, alcalde de Torreón, anuncia el cierre de bares, mientras el presidente Calderón sigue, sin contratiempos, su gira por Japón.
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“Si le voy a entrar…”, reiteró, contundente, el perredista Carlos Navarrete, cuando le preguntamos si va a buscar la grande en el 2012.. Ni siquiera va a esperar a que termine su período como presidente de la mesa directiva de la Cámara de Senadores. En mayo emprenderá sus primeras acciones con ese propósito. Explicó: “Lo peor para la izquierda sería ir con un candidato único. Hay que abrir el abanico.” Su correligionario Graco Ramírez, quien lo acompañaba, completó: “No podemos dejar que Andrés Manuel nos encajone”.

Lo adelantamos aquí el pasado 22 de enero, bajo el titulo de “El parto de los Alejandros”. Nació ayer una nueva corriente en el PRD para arropar la candidatura de Marcelo Ebrard a la Presidencia de la Republica. La encabezan formalmente Alejandra Barrales, presidenta de la Comisión de Gobierno de la ALDF, y Alejandro Encinas, coordinador de los diputados del PRD. La adhesión de este ultimo es testimonio de que el bebe tiene la bendición de Andrés Manuel.
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La imagen decía mas que mil palabras. Cesar Nava, presidente del PAN, Junto a Jesús Ortega, presidente del PRD. Los dos alzaban los brazos de José Rosas Aispuro, priista hasta hace dos días, como candidato de la coalición al gobierno de Durango. El pragmatismo llevado a su máxima expresión. Ayer mismo fue destapado como “candidato de unidad” del PRI –o mejor dicho, del gobernador Ismael Hernández Deras- el diputado con licencia, Jorge Herrera Caldera. El dedazo en su versión periférica.