Quitarrisas electoral

Andrés Manuel López Obrador lanzó ayer un auténtico quitarrisas a los promotores de las alianzas entre “legítimos” y “espurios” en todo el país. En sus oficinas de la calle de San Luís Potosí, donde sostuvo una reunión urgente con los integrantes de la cúpula del PT, advirtió que se deslindará públicamente de las agrupaciones políticas que vayan en coalición con el PAN o con el PRI. “Es un asunto de congruencia ideológica”, recalcó El Peje.

Alberto Anaya, Ricardo Monreal, y Ricardo Cantú, integrantes de la cúpula petista, llevaron la advertencia al cónclave de la Coordinadora Ejecutiva de ese partido, reunida por la noche en la sede de la agrupación política. El propio Andrés Manuel estaba programado para hablar en contra de las alianzas con azules y tricolores que, dijo por la mañana, “son la misma mafia.”

A pesar de que se registraron algunas resistencias, se esperaba anoche el anuncio de que los petistas se bajarán de las coaliciones en todo el país. Irian con candidatos propios en todas las entidades, salvo en Oaxaca. En la tierra que gobierna el priísta, Ulises Ruiz, no le entrarían a la coalición, pero tampoco postularían abanderado, para no hacerle la mala obra a Gabino Cué.

El asunto es más serio de lo que aparenta. Aunque la fuerza de este partido se concentra en Durango y Zacatecas, los votos del tandem López Obrador-PT pueden resultar determinantes en cualquier elección cuyo resultado final sea cerrado.
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En la trinchera del PAN, por el contrario, la estrategia de ir en coalición ha fortalecido a Cesar Nava. Ni en sus más dulces sueños el joven jefe nacional del azul imaginó que lograría hacer coincidir voluntades tan disímbolas como las de Santiago Creel ó Javier Corral, con las de los miembros del Yunque. Mucho menos meterle una votación de 40-0 al muy dieguista secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, uno de los más acérrimos críticos de las alianzas con la izquierda.

El CEN del PAN, por cierto, va a resolver hoy quienes serán sus candidatos a gobernador en cuatro estados. En Hidalgo y Puebla, donde las coaliciones son casi un hecho, van con Xochitl Gálvez y Rafael Moreno Valle, respectivamente. El caso Veracruz es más complicado. Al elbista Miguel Ángel Yunes, empujado desde Los Pinos, le favorecen los momios. Pero Gerardo Buganza, panista de toda la vida, le pisa los talones. En Tamaulipas se discutirá el caso del senador José Julián Sacramento.
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“La guerra sucia se les revierte”, advirtió el senador del PRI, Mario López Valdés, luego de que la PGR calificara de apócrifo un documento supuestamente firmado por su titular, Arturo Chávez Chávez, en el que se afirma que el también aspirante a la gubernatura de Sinaloa es investigado por lavado de dinero. El expediente habría sido
Suscrito en abril del 2009, cuando Chávez no había llegado aún a la Procuraduría.

El legislador leyó a este reportero una carta del vocero de la PGR, Ricardo Celso Nájera, en la que se aclara que es falsa la “información” contenida en un supuesto expediente marcado con el número AP/PGR/ SIN/ SIN-II/0908/2010. “No hay averiguación previa contra el senador López Valdés, ni existe el número mencionado”, aclara la misiva. Malova tiene cita este jueves con Chávez Chávez
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Uno que anda desconcertado es José Guadarrama, precandidato del PRD a la gubernatura de Hidalgo. No tiene ni la menor idea porque Jesús Ortega, líder nacional de su partido, ni siquiera lo invitó a la conferencia de prensa que ofreció ayer en Pachuca, Hidalgo, para defender las alianzas.

Cuestionado al respecto, el senador con licencia dijo desconocer las razones por las que no lo invitaron, pero no dejó escapar la oportunidad de poner su queja: “Hay que empujar las alianzas, pero cuidando las formas”, le dijo a un reportero local. ¿Le darán madruguete al madrugador? Es pregunta.