Los motivos de Gómez Mont

Dice Fernando Gómez Mont que se va del PAN por razones que no se pueden revelar “por discreción profesional”, pero sus motivos están a la vista de todos. El secretario de Gobernación anunció su salida al día siguiente de haber fracasado en su alegato contra de las coaliciones con la izquierda. En el CEN azul nadie le hizo caso. La alianza en Oaxaca fue aprobada la noche del martes por abrumadora mayoría. Sólo se abstuvo el senador Jorge Ocejo.

Es un secreto a voces que hubo compromisos del PAN-gobierno que no se cumplieron. Por fuentes priístas de alto nivel nos enteramos que durante la negociación de la Ley de Ingresos para el 2010, que incluía la cascada de nuevos impuestos que hoy pagamos, les prometieron a los gobernadores del tricolor más recursos para los estados, pero también no ir en coalición con “los legítimos”, particularmente en el estado que gobierna Ulises Ruiz.

Es cierto que nadie en el PAN ha dicho públicamente “esta boca es mía” -sería una estupidez-, pero tampoco se han atrevido a desmentir oficialmente la existencia de ese acuerdo. Hay panistas, no menores, que admiten en corto que los pactos sí se hicieron y que su incumplimiento está al origen de la renuncia de este panista de pedigree. “No podíamos dejar a los priístas la cancha libre en Oaxaca o en Puebla, de cara al 2012”, nos confesó un importante consejero del PAN, al reconocer que ese fue uno de los argumentos que pesaron en la votación del CEN.

La palabra es herramienta indispensable en política. Gómez Mont, encargado oficial de las relaciones con la oposición, sabe que después de lo ocurrido en el PAN, su capacidad de negociación se vino abajo. Tampoco ignora que César Nava, jefe nacional del azul, no mueve un dedo sin la autorización del presidente Calderón. La coalición alrededor de Gabino Cué nunca hubiese pasado sin el visto bueno de Los Pinos. ¿Por qué no renunció a la Secretaría de Gobernación? ¿Cómo va a ejercer su función si el PAN es su principal apoyo? Son preguntas que allí están.

La decisión dejó con el ojo cuadrado al panismo. Nava se enteró de la renuncia en Los Pinos, mientras asistía a una comida del llamado “Sistema PAN”. Fue allí donde Fernando se la notificó. Santiago Creel tampoco la esperaba. “Es una decisión que me deja perplejo, algo que no esperaba y que no está suficientemente explicado”, se quejó el ex secretario de Gobernación.

La consecuencia inmediata de aliarse con los “legítimos” en Oaxaca está a la vista. Se acabó la interlocución con el PRI. Está claro que el presidente Calderón ya no espera nada del Congreso. “Le valió madre quedar debilitado”, nos dijo el diputado hidalguense David Penchyna.

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El gobierno de Chiapas está preocupado por el “sesgado” manejo que los zapatistas le han dado a la agresión que perpetraron en contra de indígenas del Ejido Agua Azul. El saldo del ataque fue un muerto, 28 lesionados y cinco secuestrados. “Los del EZLN quieren voltear las cosas”, sintetizó Noé Castañón, secretario de Gobierno de esa entidad, quien entró en contacto con este espacio para dar su versión de lo acontecido.

El hombre está preocupado por la insistencia del grupo rebelde en mezclar al Ejército en un conflicto en el que nada tiene que ver. Jura que las provocaciones del EZLN en la zona se multiplican para que la policía intervenga. “Tienen tomados predios chiquitos y disparan al aire con la intención de que los desalojemos”, asegura.

Los zapatistas, a través de su eficaz aparato propagandístico, han ganado la batalla de la comunicación al gobierno de Sabines. A través de su página de Internet, y de los periodistas que le son leales, han logrado aparecer como víctimas donde fueron victimarios.

En esta historia hay un dato contundente. El muerto, los heridos y los secuestrados son todos ejidatarios de Agua Azul. El EZLN no tiene ninguna baja. Peor aún: Adolfo Moreno Estrada, fallecido, fue baleado por la espalda. Hay reportes que el mismísimo sub Marcos está molesto con los zapatistas que cometieron la agresión.

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