“¿Guadarrama? Un buen sparring.”

Diego Fernández de Cevallos nos comentó alguna vez que no le gustaría trabajar con el presidente Calderón, porque es de mecha corta “y yo ni mecha tengo…” Otro panista, Carlos Medina Plascencia, reveló hace poco un hecho, sucedido hace doce años, que lo llevó a renunciar entonces a la coordinación de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados.

Era febrero de 1998. Ernesto Zedillo ocupaba la presidencia de la República. El PAN integraba en ese tiempo el llamado bloque opositor, que por primea vez le arrebató la mayoría al PRI en el Congreso. El guanajuatense llevaba apenas tres meses como jefe de la bancada azul en San Lázaro. Noventa días de recibir instrucciones verticales, directas, sin posibilidad de discusión, del entonces presidente del PAN, Felipe Calderón.

Medina no se veía a si mismo como simple correa de transmisión. Menos como subordinado del jefe panista. “Para eso no sirvo, mejor ponga a otro”, le dijo a Calderón. El jefe panista no le aceptó la renuncia pero, según otra fuente del azul, comentó posteriormente que haber puesto al ex gobernador de Guanajuato en la coordinación de los diputados había sido una de las peores decisiones de su vida.

La anécdota viene a cuento para abonar al entendimiento de lo sucedido con Fernando Gómez Mont y César Nava en el comentado tema del pacto anti alianzas que suscribieron con el PRI. Los dos afirman que el Presidente Calderón nada sabía del acuerdo, que no le informaron. Nadie les cree.

En cortito, los panistas empiezan a reconocer que las coaliciones son una apuesta de muy alto riesgo que puede provocar un cisma interno. “Si la alianza no gana por lo menos en dos estados, el presidente pierde hasta el partido”, vaticinó, hace poco, un gobernador del azul

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A Xóchitl Gálvez la vemos cada vez mas confiada. Está convencida de que no hay poder que le arrebate la candidatura de la coalición en Hidalgo. Ni siquiera esa “sociedad” que, asegura, han hecho el gobernador de Hidalgo, Miguel Osorio Chong; y José Guadarrama, la carta del PRD para abanderar la coalición, a fin de sacarla de la contienda para la gubernatura

La ex funcionaria foxista espera con ansia el inicio de la precampaña para elegir al candidato del PAN-PRD-PT y Convergencia. El próximo sábado es el Día D. “Voy a tener un buen sparring. Se apellida Guadarrama”, dice mordaz. La voz ronca de tanto hablar en los mítines, Gálvez desborda en su optimismo: “No hay forma de que me gane la encuesta”, dice.

La mujer se queja de que le han echado el aparato oficial encima. Dice que hay “sobornos” del gobierno a gente de la coalición para que no la respalden. La tienen vetada en la radio y televisión estatales. El sábado se apersonó en las instalaciones de la radio con un notario público para dejar constancia de que no solo no la entrevistan sino que “me pegan con todo”.

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En Nueva Alianza, partido de Elba Ester Gordillo, sospechan de que hay “fuego amigo” en la versión, difundida el pasado viernes, de que al diputado federal, Vladimir Guerrero, le pidieron la curul, luego de que terminó su noviazgo con Mónica Arreola, hija de la maestra, quien recientemente supero un cáncer.

“Nadie me ha pedido la curul. Es una falsedad. No se vale que utilicen cosas personales. Dan ganas de madrear al que difunde esas mentiras, pero hay que guardar la compostura”, manifestó el diputado, quien se encontraba en Washington, junto con los integrantes de la Comisión de Comunicaciones a la que pertenece , cuando se enteró del libelo.

Al legislador le han llegado versiones de que el chisme salió de las oficinas del PRI, pero no se la cree. “Tenemos señales de que viene de adentro”, dijo convencido. El equipo de comunicación de Nueva Alianza en la Cámara de Diputados se reunió el día de ayer para determinar la estrategia a seguir a fin de neutralizar estas balas fratricidas.