¿Ambassador Creel?

La versión cobra fuerza. Santiago Creel pediría licencia como senador, apenas termine su gestión como presidente de la mesa directiva de la Cámara alta. Esto sucederá antes del primero de septiembre próximo. Voces autorizadas ya lo ubican como embajador en un país europeo. En el entorno del senador han comentado incluso que su destino puede ser Inglaterra.

A Creel no le dejan otro camino que abandonar su escaño. Fue secretario de Gobernación, precandidato presidencial, coordinador de la bancada del PAN, presidente de la mesa directiva. La humillante forma como fue anunciada su salida hace difícil su permanencia como “senador de infantería.”

Mucho se ha especulado sobre las causas que provocaron el fulminante cese. El silencio de su verdugo, Germán Martínez, ha dado rienda suelta a diversas versiones. Hasta el reconocimiento de la paternidad de Constanza, la hija de Edith González, salió a relucir.

Este reportero puede asegurar que hace tres semanas no estaba en la agenda del jefe nacional del PAN el relevo del senador, a pesar de que estaba insatisfecho con la conducción de la bancada. Antes de ratificarlo, seis meses antes, Martínez hizo un sondeo entre los integrantes de la bancada azul en Xicoténcatl. La mayoría se pronunció por su permanencia de Santiago en la coordinación. El jefe nacional no iba a ir en contra de la voluntad de la bancada. ¿Qué pasó de entonces para acá? ¿Recibió Germán instrucciones desde Los Pinos? Legisladores panistas, y de otros partidos, están convencidos de que la decisión de destituirlo vino de lo más alto.

Creel fue torpedeado desde su propia bancada. El senador Federico Döring, cabildero de las televisoras, el mismo que entregó los videos de René Bejarano a Brozo, fue uno de los francotiradores. Alguna vez nos comentó, en corto, su molestia por la forma como Manlio Fabio Beltrones, con menos senadores en Xico, había rebasado al coordinador del PAN.

Este reportero escuchó, en voz de un dirigente del azul, un comentario demoledor para Santiago. Interrogado sobre el desempeño de los senadores de Acción Nacional, el hombre respondió: “Tienen un buen coordinador en Manlio Fabio Beltrones…”

Experimentados políticos, a los que esta columna pidió opinión sobre el cese de Creel, están convencidos que la separación del cargo tiene que ver con las encuestas. La que dio a conocer la semana pasada Liébano Sáenz, de Gabinete de Comunicación Estratégica, coloca al senador a la cabeza de los posibles candidatos del PAN para el 2012. El 42.6 por ciento de los interrogados creen que él va a ser el candidato presidencial- Juan Camilo Mouriño sólo recoge el 16.4 por ciento; y Josefina Vázquez Mota, el 18.3 por ciento. Nadie más aparece.

“Creel no es del grupo de Calderón. Ha actuado con independencia de Los Pinos. Seguramente se dieron cuenta que si no lo bajaban ahorita, ya no iban a poder hacerlo en un futiro”, nos comentó un priista con muchos años la brega política.

Lo que es un axioma es que a muchos panistas de abolengo no les gustaron las formas. A Santiago lo privaron de una salida digna. Su separación ha sido manejada como una destitución. “Ni siquiera le dieron oportunidad de renunciar”, lamentó uno de ellos.

Un senador del PAN, y no cualquiera, nos dijo que nunca había visto tanto “autoritarismo” en su partido. “¿De que se trata? ¿A quien quieren complacer? Preguntaba indignado, la noche en que se enteró del relevo.

Un comunicado del CEN del PAN, difundido la noche del lunes, acabó de sembrar la confusión. Al tiempo que anunciaba que se harían “ajustes necesarios” en el Senado, informaba que el martes 17 de junio sería revisada la coordinación de los diputados del PAN. Algunos periódicos –y columnistas- lo interpretaron como el anuncio anticipado de que Héctor Larios seguiría el camino de Creel.

Nada más falso. Larios está firme en la coordinación del grupo. Tiene contento a Germán con la forma como ha operado en San Lázaro. “Los diputados lo vamos a apoyar”, aseguró Rogelio Carvajal, uno de los miembros de la bancada más identificados con el presidente Calderón.

El “Roger” –como le dicen—jura que la polémica destitución nada tiene que ver con otra de las versiones que se ha manejado: las presiones de las televisoras. A Santiago lo vetaron los dos grandes consorcios televisivos por abanderar los cambios que dejaron fuera del negocio electoral a los medios electrónicos. “Lo que hubo fue una grilla interna muy fuerte”, admitió Carvajal.

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