Los secretos de Espino

Manuel Espino sacó de la bolsa de su camisa una tarjeta con una larga lista. La mostró muy brevemente al reportero. Alcanzamos a leer tres nombres: Hildebrando y Elba. Son temas, entre muchos, que no incluyó en su libro Señal de alerta, advertencia de regresión política, de próxima aparición.

Los guarda en caso de que tenga que sacar la tarjeta roja a los artilleros de Los Pinos, que no cesan de mandarle obuses “Hay actas del CEN del PAN que no están en el IFE. Las escondí muy bien. Es imposible encontrarlas. Pero un día se me pueden caer de las bolsas. Por eso mi libro se llama señal de alerta. Es la tarjeta amarilla”, advierte el ex jefe nacional del azul.

Esa misma lista se la mostró a un emisario, suponemos que del gobierno, que la víspera había intentado convencerlo de que no publicara el libro. Lo hizo, dice, para disipar sospechas de que su intención es golpear el presidente Calderón. “¿Te acuerdas de este tema? Pues no está en el libro”. Le dijo al emisario. “¿Y de este otro? Tampoco está”. Si esa fuera la intención, allí estarían, le dijo.

“Lo que busco --precisa- es alertar al propio Felipe Calderón sobre el vago (Manlio Fabio Beltrones) que se lo está comiendo. Ese sí que es un peligro para México. Es una amenaza de regresión a lo peor del sistema político mexicano; el otro (López Obrador) es una vacilada”, puntualiza.

El controvertido panista reconoce, sin embargo, que al presidente de la República le va a incomodar el contenido del libro. El solo hecho de que se hable de las concesiones que le ha hecho a Manlio no le va a gustar. “La verdad no agravia, pero incomoda”, subraya.

Al presidente de la OCDA no ha dejado de sorprenderle que el jefe del Ejecutivo le conceda tanto poder al senador sonorense. “No es una conquista de Manlio, es una concesión del Presidente”, insiste.

-- ¿No es un pago a cambio del respaldo del PRI a las reformas del gobierno? Preguntamos.

-- Hasta ahorita no he encontrado una reforma que diga: esto es lo que le hace falta al país. A Felipe le han hecho creer que le van a cumplir las mega reformas, lo que he visto son mini reformas, responde.

Revira también a los comentarios que sobre él hizo Beltrones, en el sentido de que nunca ha sido reconocido como escritor, mediano siquiera; y que entre Vicente Fox y él no logran acumular dos líneas ágatas sin errores.

“Mi intención no es estrenarme como escritor; si lo pretendiera, estaría destinado al fracaso. Mi propósito es eminentemente político: alertar sobre la regresión que representa Manlio”, insiste.

Abundamos también en otros ataques que Beltrones le ha hecho en los últimos días. El senador del PRI ha pedido al gobierno que “amarre a su perro”; y ha declarado que Manuel es el cuervo que le sacará los ojos a Felipe.

“Es un exabrupto, desahoga su enojo conmigo, picó el anzuelo. Lo que si te digo es que él, desde hace un buen rato, es el que le saca los ojos al presidente, sino es que ya se los sacó”, subraya Espino.

El hombre tiene la esperanza de que Calderón lea el libro. Jura que los fragmentos que se filtraron a la prensa, en los que acusa a los capos de Calderón de espiarlo, están descontextualizados. Niega también que Germán Martínez le haya leído la cartilla en días pasados, por meterse con el gobierno federal. “Esa reunión en el CEN, a la que acudió Carlos Abascal, estaba programada antes de que se supiera lo del libro”, asegura

En las páginas de Señal de alerta, destaca la necesidad que hay que reivindicar al PAN como un partido con autonomía frente al presidente. “Un partido que lo apoya, pero que no se convierte en su instrumento”, puntualiza.

El reportero había conversado la víspera con Manlio. Le dijimos del desayuno con Beltrones. “Pregúntale porque lo corrieron de la oficina de alcoholes de Ciudad Juárez?

-- Esa es una historia vieja que ya se aclaró. Nunca trabajé en esa oficina. El también recoge basura para golpearme, repuso el panista.

Al final de la conversación, Manuel hizo notar que Beltrones es un hombre tan poderoso, como temible. “Le tengo miedo, pero uno tiene que doblegar sus miedos. Hay que decir con libertad lo que lo hace a uno congruente”, concluyó.

El libro de Manuel Espino estará en circulación la próxima semana. El tiraje inicial será de 15 mil ejemplares, pero la demanda ya rebasó a Editorial Planeta. Tienen pedidos ya 20 mil ejemplares. Los fragmentos publicados, sin su consentimiento, en un diario de circulación nacional, dispararon la demanda.

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