El pacto que Diego apadrinó

La desaparición de Diego trae preocupados a destacados legisladores del PRI. Un importante senador de ese partido nos cuenta que El Jefe fue “garante y padrino” de la llegada del grupo de Arturo Chávez Chávez a la PGR. El emblemático panista operó, cabildeó y convenció a la cúpula parlamentaria del tricolor para que le dieran los votos que necesitaba.

A cambio del apoyo en la votación, el grupo de Chávez Chávez, muy cercano a Fernández de Cevallos, se comprometió a no utilizar la Procuradoría como brazo político del PAN para “chingar” –ese fue el término que utilizó-- a los gobernadores emanados de la revolución institucionalizada “¿Qué va a pasar ahora que testigo de honor de ese pacto no está físicamente? Se preguntó inquieto el legislador.

Por cierto que un punto de acuerdo que expresaba solidaridad con la familia de Diego Fernández de Cevallos, ex presidente de la mesa directiva del Senado, tuvo que retirarse de la agenda de la sesión de la Comisión Permanente por las objeciones de Ricardo Monreal. El senador obradorista se opuso a que el texto se sometiera al pleno sin debate. ¿Qué quería? ¿Hacer leña del árbol caído? ¿Sacarle raja política? Son preguntas
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En charlas con legisladores nos enteramos que el día de su desaparición, Diego comió con cuatro personas en otro de sus ranchos que colinda con Guanajuato. Esa propiedad se llama “La Barranca”. Allí se casó su hijo. Los cuatro comensales ya fueron declarados.

Dos son de la iniciativa privada; otros dos del PAN. Diego se regresó a la Ciudad de Querétaro con uno de los panistas que trabaja para el alcalde. “Lo pasó a dejar al Palacio Municipal”, nos dijo el diputado. De allí se fue solo al rancho La Cabaña. “Entró y estacionó la camioneta. Se supone que lo esperaban dos personas, forcejeó, lo sometieron. En el forcejeo lo hirieron. Perdió sangre –se habla de 300 mililitros-- Es lo que dicen las averiguaciones”, aseguró.

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El trabajo legislativo es afectado nuevamente por las disputas entre el Senado y la Cámara de Diputados. El priista Francisco Rojas, presidente de la Junta de Coordinación Política en San Lázaro, mando a volar al panista Gustavo Enrique Madero, su homólogo en Xicoténcatl, quien la víspera le envió un oficio mediante el cual le comunica que el órgano de gobierno de la Cámara alta acordó convocar a un periodo extraordinario de sesiones.

El oficio de respuesta firmado por Rojas, cuya copia tiene el reportero, dice que los coordinadores de las bancadas en San Lázaro acordaron por unanimidad llevar a cabo reuniones con los presidentes de las comisiones de trabajo de ese órgano legislativo para saber el estado que guarda la dictaminación de minutas o proyectos de Ley y a partir de ello definir si hay materia para convocar el extraordinario.

“Por lo anterior –concluye Rojas—no se consideró conveniente convocar o crear la expectativa de un período extraordinario de sesiones, en tanto no existan dictámenes concluidos en las comisiones de trabajo, y por tanto materia de trabajo legislativo en ambas cámaras, que sustente la convocatoria respectiva…”

Los temas que se revisaran con los presidentes de las comisiones son Ley de Seguridad Nacional, Derechos Humanos, Ley de Amparo, Ley de Competencia Económica, Banca de Desarrollo, entre otras.
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Cuenta Roberto Madrazo que hace seis años hubo una reunión en el Rancho El Alacrán de Sinaloa. Entonces era presidente del PRI. En la mesa estaban, entre otros, Juan S. Millán, gobernador de la entidad; y los dos aspirantes de ese partido a gobernar la entidad: Chuy Aguilar Padilla y Mario López Valdez.

El cónclave era importante. Millán estaba frente a un embrollo. Si delfín era Aguilar Padilla, pero Malova encabezaba las encuestas. Un gesto de generosidad de este último destrabó la situación. El político de Los Mochis, hoy candidato de la alianza opositora local, se hizo voluntariamente a un lado en aras de mantener la unidad.

A cambio pidió dos cosas: que lo hicieran candidato a senador; y que si volvía a encabezar las encuestas en la siguiente elección de gobernador, el sería candidato del PRI. Los presentes asintieron. Fue un pacto de caballeros que Aguilar Padilla no cumplió, dice el ex candidato presidencial

20 de mayo