La condicion humana.

Uno de los amigos de Fox cuenta que en el pasado proceso para elegir al jefe nacional del PAN –en el 2005--, el entonces presidente de la República le abrió la puerta de Los Pinos a los dos candidatos más fuertes, para que expusieran sus puntos de vista. A la casa presidencial llegaron Carlos Medina Plascencia, favorecído por la cargada dentro del partido, y el duranguense Manuel Espino, quien gozaba entonces de las simpatías de su esposa Marta.

El primero le habló a Fox de la necesidad de que el blanquiazul se alejara del Presidente de la República, asumiera una postura crítica frente a su gobierno, y caminara con luz propia. El segundo le dijo al mandatario que él era la principal fortaleza del PAN; y que si ganaba, partido y gobierno avanzarían juntos, brazo con brazo.

Llegó el proceso electoral. Los momios favorecían en forma aplastante al guanajuatense. Era el favorito de los notables del PAN. El propio Felipe Calderón le había pavimentado el camino. Le pidió a Germán Martínez, su actual candidato a ese cargo, que se retirara de la contienda. Nadie daba un quinto por Espino.

Pero llegó la votación de los consejeros nacionales y se hizo la chica. Ganó Espino. Esa misma noche la pareja presidencial organizó una cena. Uno de los comensales recuerda que felicitó a Martita por el triunfo del duranguense. “¿Por qué a mi?” Preguntó la señora de Fox, con cara de sorprendida. El Presidente de la República volteó a ver al comensal y le guiñó el ojo. “Tú sí entendiste…”, le dijo.

La anécdota viene a cuento por lo que sucede actualmente. Manuel Espino ya no es el candidato de la casa presidencial. Ahora es él quien exige a Felipe Calderón que saque las manos del proceso interno del PAN. Ha advertido incluso que buscará la reelección, en caso de que el poderoso primer círculo de Los Pinos meta las manos en los comicios internos. Las vueltas que da la vida…y Espino.
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A propósito. Uno de los que ha manifestado interés en participar en la contienda interna del PÄN es el senador Humberto Aguilar Coronado. Le preguntamos ayer si la fortaleza mostrada por el candidato de Los Pinos, Germán Martínez, no lo ha disuadido en sus intenciones de registrarse como candidato.

“Aún no decido, lo haré antes del martes”, repuso. El poblano explico que aún tiene que hacer algunas reflexiones, antes de resolver si va o no. Dejo claro, sin embargo, que en ningún caso será “el candidato de la negociación”. Aguilar la tiene muy difícil. El jefe de su grupo político, Santiago Creel, ya se sumó a la cargada con Germán. No vemos condiciones para que compita.
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La orden de Beatriz Paredes para editar los documentos básicos del PRI fue terminante. “Solo mil ejemplares”, le dijo a Heriberto Galindo, coordinador del Comité Nacional Editorial y de Divulgación del CEN. No tenia caso editar más. Muy pronto los van a reformar. El último cambio a los estatutos, realizado en los tiempos de Mariano Palacios Alcocer y de Rosario Green, fue hecho en fast track, el pasado mes de marzo.

La tlaxcalteca quiere una revisión en serio de los documentos básicos. Tocar temas como la reelección de alcaldes y diputados; las alianzas con otras fuerzas, o poner candados a los “cacicazgos regionales”. Hay quien sostiene que la próxima Asamblea del tricolor tendrá lugar antes del próximo mes de diciembre. ¿Será?
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“Ni soy hijo de ricos, ni tengo apellido ilustre. Lo que tengo es porque me chingué desde abajo”, asegura el senador por Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, aspirante a la gubernatura de su estado. Pero el joven secretario de organización del CEN del PRI enfrenta un problema legal: no tiene la edad requerida por la Constitución local. Cuando el próximo mandatario estatal asuma el poder –en el 2009--, Moreno contará apenas 34 años y siete meses. La Ley exige tener 35 años cumplidos

El senador mueve cielo y tierra para que en Campeche se baje a 30 años la edad requerida. Pero hay otro obstáculo mayúsculo. No es el candidato del gobernador, Jorge Carlos Hurtado Valdés. El joven quiere superar ese escollo, vía una enmienda constitucional. Promueve modificaciones a la Ley Suprema, para que se homologue en 30 años la edad mínima para ser gobernador en todo el país. Eso se llama comer ansias.

El priista Moreno presume su cercanía con el panista Juan Camilo Mouriño. “Es mi hermano,” dice. Jura y perjura que el super asesor del presidente de la República fue a Campeche a declarar que “hay que bajar la edad para que juegue Alejandro”. ¿Usted cree?

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