"Por el bien de Calderón".

El rumor era tan fuerte que llegó a oídos de Emilio Gamboa, jefe de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados: Francisco Ramírez Acuña renuncia a la Secretaria de Gobernación, y en su lugar llega Juan Camilo Mouriño. El político yucateco tomó de inmediato su celular, y marcó el número del super asesor del presidente Calderón. “No es cierto, yo estoy comiendo”, le respondió el hispano-campechano.

No es la primera vez que se rumora la renuncia del ex gobernador de Jalisco. Antes del Informe de Calderón lo daban por muerto. El propio Max Cortazar, director de comunicación social en Los Pinos, se sintió obligado a enviar mensajes a los columnistas para detener la versión.

Ayer volvió a surgir. La nula interlocución de Ramírez Acuña con los partidos de oposición –y con el suyo propio—lo convierte en pieza de cambio. “Estaría bien que renunciara, por el bien del propio Calderón”, nos dijo Javier González Garza, coordinador de los diputados del PRD, cuando le preguntamos sobre el borrego.
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De los dichos a los hechos. Después de manifestar su hastío por el acoso y el desdén de Andrés Manuel López Obrador, diputados del PRD que integran la mesa directiva del grupo parlamentario, se reunieron durante horas, el pasado lunes, para tratar las desafortunadas declaraciones del legítimo.

No les gustó que llamara al Congreso “un peligro para México”, ni que afirmara que los legisladores del PRD “cambiaron el morral por la Suburban”; mucho menos que no se fajaron los pantalones para frenar el gasolinazo.

Le pidieron a González Garza que gestione un encuentro de los diputados con el legítimo. Quieren explicarse y que el Peje se explique. José Luís Sánchez, vicepresidente de la mesa directiva de la Cámara alta, quiere exponerle personalmente los riesgos que para los diputados implican esas declaraciones.

“A López Obrador la gente lo ve como figura grande. Cree todo lo que dice. Y si dice que los diputados somos un peligro para México, nos pueden hasta agredir en un mitin. Además, no todos tenemos Suburban”, se quejó Sánchez.
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Germán Martínez y Carlos Abascal representan las dos tendencias que ya comenzaron la disputa por el control del PAN. El ex secretario de la Función Pública es lo que menos se parece a un Yunque. Discípulo de Carlos Castillo Paraza, uno de los ideólogos más importantes de Acción Nacional, es lo que el desaparecido yucateco calificaría de pecador standard.

Al segundo los propios panistas lo llaman Monseñor Abascal. Va a misa los domingos, es devoto de la virgen de Guadalupe, amigo de cardenales y obispos, y le enfada que su hija lea a Carlos Fuentes. Cae en lo que el propio Germán, parafraseando a Adolfo Chrislieb Ibarrola, llamó “los meones de agua bendita”

Los dos aparecieron fotografiados en los periódicos, tan cerca uno del otro, que confundieron a la militancia. “Me desconcierta. Yo pensaba que iba a pintar su raya, pero ya habla de pluralidad y de unión. Quiere gustarle a los que alguna vez llamó meones de agua bendita “, nos dijo un histórico del PAN.
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Las quejas y amenazas de Marcelo Ebrard sobre el maltrato al DF en la Reforma Fiscal tienen que ver mas con el ruido mediático que con la realidad. Datos de la Secretaria de Hacienda, obtenidos por esta columna durante la tersísima comparecencia de Agustin Carstens, revelan que con las modificaciones a las fórmulas de participaciones, las entidades federativas ganan en promedio 16 por ciento más recursos en términos reales, incluyendo los fondos de compensación.

La entidad que menos gana lo hace en 10 por ciento real en 2008. El DF es la segunda entidad que más gana (12 por ciento) después del Estado de México. Recibirá 5,000 millones de pesos adicionales en transferencias.La SHCP aclara que la reforma no excluye a la Ciudad de México de ningún fondo. Recuerda que el GDF “no destina un peso a la educación”.

Los estados que si participan en los convenios de descentralización de educación básica gastan en promedio 25 por ciento de sus participaciones. Es por esa razón que la capital seguirá sin participar en el Fondo de Aportaciones para la Educación Básica (FAEB). Nunca ha participado tampoco en el Fondo de Aportaciones para Infraestructura Social (FAIS), que es para municipios.