“¡Que Dios te ilumine..!”

Inquieto por el perfil que se configura en el PAN ante la renovación de la dirigencia nacional, en diciembre próximo, el diputado neoleonés Javier Zambrano, le dió la bendición a su homólogo, Gerardo Priego Tapia, precandidato sin posibilidades a la presidencia del azul. “¡Que Dios te ilumine..!”, dijo.
Era el último de los legisladores del PAN que a lo largo de la sesión de ayer en San Lázaro se acercaron a Priego para manifestarle una palabra de aliento, de apoyo, de admiración, por atreverse a desafiar a la nueva nomenklatura azul.
A pocos les escapa que en el último número de la Revista Vértigo, el candidato del aparato blanquiazul, Germán Martínez, manifestó su deseo de ser un “candidato de unidad” en las elecciones internas de ese partido.
Los inconformes con la situación –incluidos los que no salen del closet—saben perfectamente que el sello de fábrica de las “candidaturas de unidad” es tricolor, y que en los tiempos del viejo priato fue valioso instrumento para validar el dedazo en turno, y aplastar cualquier intento de elección democrática interna. Ello, sin contar las “alianzas perversas” con enemigos de antaño.
“Estamos haciendo lo que tanto criticamos”, reconoció, con candor, Mauricio Duck, coordinador de la bancada panista por Veracruz,en su charla con Priego. Duck está preocupado por la abierta cargada que al interior del PAN se ha dado en favor del amigo de Felipe.
El propio Priego, panista de nuevo cuño, regio de nacimiento, tabasqueño por adopción, comentaba a sus compañeros de bancada que nunca, en toda la historia del PAN, se ha adelantado tres meses la elección del jefe nacional, para favorecer un candidato que se pretende “de unidad”.
¿Los cientos de miles de panistas no tendrán otro candidato? Preguntaba Gerardo a sus interlocutores. Hacia notar también que bastaría que un sólo militante impugnara el proceso interno, para que este pudiera verse en riesgo. “El jefe nacional fue elegido por tres años (no por dos años y nueve meses)”, recordaba.
Los comentarios por la situación en el PAN se extendieron a la bancada del PRI. “La cargada es la cargada, pero yo te echo porras a ti” le dijo, socarrona, la diputada del tricolor, Yolanda Rodríguez.
Priego espera dos eventos para decidir en definitiva si compite contra el candidato oficial. Uno: ver la convocatoria a las elecciones para saber “que tan parejo está el suelo”. Esa condición se cumplió anoche. Dos: conocer si Manuel Espino va o no por la reelección. El jefe nacional dijo que aún no sabe si va a contender. “Cuando lo sepa se los diré”, señaló a los reporteros.
La convocatoria para la renovación de la próxima dirigencia nacional, aprobada por unanimidad, establece que la sesión del Consejo Nacional se realizará el 8 y 9 de diciembre próximo. El registro de aspirantes se abrirá el 24 de octubre y se cerrará el 23 de noviembre. ¿Se registrará más de uno? Es pregunta.
Espino, por cierto, dijo anoche que al gobernador de Coahuila, Humberto Moreira “no tengo la intención de tocarle un pelo”, después de que el mandatario lo hiciera responsable de los que pudiera le suceder, por haber declarado que, junto con dos senadores azules, tenía relaciones con el narcotráfico. Sobre el veracruzano Fidel Herrera, aseguró que sus ”huellas dactilares” jalaron del mecate que derribó la estatua de Fox en Boca del Río.
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A propósito, el diputado veracruzano, Adolfo Mota, nos llamó para reconocer que se confundió al declarar a este espacio que el fotógrafo de la Revista Proceso fue el que tomó la mano rota de la estatua de Fox y se la puso en la cara al monumento caído para sacar sus placas. “Había muchos fotógrafos, pudo haber sido cualquiera”, nos dijo.
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Recibimos un nuevo correo del retirado ex gobernador de Tlaxcala, José Antonio Álvarez Lima, en el que alerta que vía un acuerdo cupular entre el Senado y la Presidencia de la República, de cuyos pormenores yprotagonistas poco sabemos, el sistema político ha estado girando sobre su eje hacia zonas desconocidas.
“Las burocracias partidistas del PRI, PAN y PRD han logrado ponerse de acuerdo para someter a las autoridades electorales, los medios de comunicación, los gobernadores, y en alguna medida al propio Poder Ejecutivo Federal. Toda una hazaña. Y en semanas. “Anuncian además, Zavaleta y Creel dixit, que van cambiar el régimen Presidencial, de amplias libertades y garantías individuales, por otro: un régimen parlamentario con libertades individuales acotadas por “el interés público”. Todo esto, sin necesidad de convocatoria nacional, consulta referencial, o revolución previas. ¿Maravilloso no?

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