¡ Aguas con Taltelolco !

Los perredistas empiezan a darse cuenta de que es más rentable para la causa social actuar dentro de los causes legales, que andar en las fantasías de los gobiernos legítimos. Leonel Godoy, quien se desmarcó de la línea rupturista de Andrés Manuel López Obrador, ganó cómodamente las elecciones en Michoacán, con la ayuda de Cuauhtémoc Cárdenas

Antes de que sus paisanos fueran a las urnas, el ahora gobernador electo hizo dos peticiones a su partido: Que el legítimo no se parara por Michoacán, y que los diputados amarillos no armaran más sainetes en San Lázaro. Las dos se cumplieron.

Ya con el triunfo en la bolsa, el “cardenista” Godoy le dijo a Carlos Loret de Mola que “con mucho gusto” va a trabajar “con el presidente Calderón”.

Y a pesar de que votaron en contra de la reforma fiscal, los diputados perredistas lograron, en el Presupuesto para el 2008, que la ayuda de 500 pesos a los viejitos mayores de 70 años, se amplíe a las comunidades menores de 15 mil habitantes (actualmente se otorga a las que tienen menos de 2,500 habitantes.)

Hubo otros avances: negociaron que se aprobara un cuantioso programa de apoyo a los discapacitados; y que, por primera vez en la historia, se otorgaran recursos-- 1,450 millones de pesos-- al rubro de equidad y género.

Los legisladores amarillos llegarán el próximo domingo al Zócalo –donde se realizará el primer informe del Legitimo -- con avances tangibles que presumir. Habría que preguntarle al Peje y a su gabinete de sombra –por aquello de que es fantasma-- si llevan algo más que descalificaciones, palabras que atizan la lucha de clases, sangría de votos a la izquierda, y ataques a quien seguramente será su nuevo villano favorito: Leonel Godoy
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“¡Se sacó la lotería! No tuvo que tomar partido entre gente educada y un dictador”, reviró el ex canciller Jorge Castañeda, cuando le preguntamos sobre la ausencia de Felipe Calderón en la Cumbre Iberoamericana celebrada la semana pasada en Chile. Se refería al polémico “¿porqué no te callas?” que le espetó el Rey de España al presidente venezolano, Hugo Chávez.

Al Güero, por cierto, no le gusta la insistencia del gobierno de Calderón en ser “cuates” de alguien que se pelea con todo el mundo. “No entiendo porque quieren una buena relación con él, y no la relación fría que se merece”,

En el marco de la Cumbre Iberoaméricana, Felipe tenía agendado un encuentro bilateral con Chávez. No asistió a la reunión por la catástrofe en Chiapas y Tabasco. Su lugar lo ocupó la canciller Patricia Espinosa

La cancillería sacó un comunicado del viaje de Espinosa. “Lo único que destacó fueron sus tres minutos con Chávez”, hizo notar, mordaz, Castañeda. Recordó la agitación estudiantil que existe en Venezuela por la intención del presidente de perpetuarse en el poder. Lanzó una voz alerta: “¡Aguas con el Tlatelolco! A ver que (explicación) va a sacar Espinosa, cuando éste se produzca.”
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En el PAN deben revisar sus estrategias electorales. Las derrotas en Puebla y Tamaulipas fueron humillantes. En el primer estado los arrasó el gober precioso, con todo y su carga de desprestigio nacional. En Tamaulipas armaron lo que Marco Bernal, dirigente de la CNOP, llamó “campaña de conflicto” –asociaron al PRI con el narco-- pero les resultó un bumerán. Los candidatos tricolores ganaron en casi todos los distrito, y le arrebataron al azul Ciudad Victoria y Reynosa. Fue una paliza. En Michoacán no les fue tan mal, aunque no pudieron quitarle el gubernatura al PRD, ni con el paisanaje de Felipe Calderón.

El único estado donde salieron bien librados fue en Tlaxcala. Ganaron el Congreso y las alcaldías de Apizaco y Huamantla, aunque perdieron la capital. Los azules, allí si, acabaron con el mito Beatriz Paredes y su control político en la entidad.
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El diputado del PAN, Juan José Rodríguez Prats, asevera que “peor que el engaño es el autoengaño”. Lo dice a propósito de la insistencia de los blanquiazules en negar que Germán Martínez, futuro presidente de Acción Nacional, es una imposición de Los Pinos, y no el resultado de una elección de los consejeros nacionales.

El legislador censuró también a los panistas que no defienden a los Fox de las acusaciones de tráfico de influencias y enriquecimiento inexplicable. “Se ha exagerado mucho”, asegura. La defensa de la ex pareja presidencial nos obligó a repetir las palabras que el mismo acababa de recetarnos “peor que el engaño es el autoengaño”.

No le quedó más que esbozar una sonrisa.

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