El apagón

“Aquí estamos entre pares, señor consejero”, soltó, ya enfadado, el senador perredista Carlos Navarrete, con la intención de callar a Porfirio Muñoz Ledo, luego de que éste lo interpelara en la reunión, el pasado martes, de la Comisión Ejecutiva para la Construcción de Acuerdos del Congreso de la Unión (CENCA)

“Sí, pero como consejero yo represento la legalidad”, reviró el único político mexicano que ha sido dirigente del PRI y el PRD, secretario de estado en el priato, precandidato a la presidencia de la República por el PARM, embajador del gobierno de Fox en Bélgica, y entusiasta colaborador del autollamado presidente legítimo.

Convertido en el abogado de La Chiquillada, Porfirio cuestionaba, muy a su estilo, la negociación en lo oscurito entre el PAN, el PRI y el PRD, que culminó con los acuerdos que quedaron plasmados en el documento final sobre el nuevo Cofipe. No hubo una sola consulta al autollamado G-5 (PVEM, Nueva Alianza, Convergencia, PT y Alternativa) en las últimas dos semanas.

Testigos del conclave nos cuentan que Muñoz Ledo reprochó a La Divina Trinidad –así llama el convergente Alejandro Chanona a las tres principales fuerzas políticas—el haber violado la Ley para la Reforma del Estado que, aseguran, obliga a los grandes a respetar la participación de La Chiquillada en la redacción del nuevo Cofipe.

Porfis no dio señas de rencor por el parón que le dio Navarrete. Con la mordacidad que lo caracteriza, entonó un viejo hit de la cantante veracruzana Yuri, para ilustrar lo que pudo haber sucedido en las reuniones en lo oscurito de La Divina Trinidad . “Con el apagón, que cosas suceden; que cosas suceden, con el apagón…”

La reunión terminó con la salida prematura de los coordinadores parlamentarios del G-5, inconformes no solo porque no los pelaron, sino por el hecho, dicen ellos, de que no se respetaron las reglas no escritas “vigentes desde el 77”, de no excluir a nadie en la elaboración de las reglas de convivencia entre las fuerzas políticas institucionales.
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Los coordinadores de La Chiquillada, por cierto, se reunieron ayer para definir la estrategia frente al acuerdo de los tres grandes de modificar el régimen de coaliciones, lo que dejaría a muchos de ellos en la indefensión. Los grandes pretenden que cada partido vaya por separado, con su logotipo, en las boletas electorales. Esto último es una cuestión de vida o muerte para los más débiles. Si no logran, por sí solos, el 2 por ciento de los votos, simplemente desaparecen.
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En ese encuentro-comida, Nueva Alianza, PVEM, Convergencia, PT y Alternativa acordaron solicitar a los tres grandes que se reponga el procedimiento establecido por la Ley para la Reforma del Estado; reservarse el derecho de presentar una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte si no atienden sus demandas, y revisar integralmente el Cofipe.

Acordaron también mantenerse unidos en esta lucha y rechazar la llamada “cláusula de la vida eterna”, ofrecida por La Divina Trinidad. Esta cláusula permitiría que un partido grande le preste al chico el porcentaje de votos que necesite para alcanzar el umbral del 2 por ciento, a cambio de apoyos posteriores en tal o cual región. Dicen, muy dignos, que no aceptarán ”limosnas”.
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El tema tiene graves repercusiones en el Frente Amplio Progresista. Dirigentes del PT y Convergencia, consultados por esta columna, coinciden en señalar que podrían llegar a la ruptura con sus “aliados” del PRD, si los amarrillos no retiran su respaldo a los cambios en el régimen de coaliciones.
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Sigue el aluvión de aspirantes a consejeros electorales del IFE que solicitan su registro en San Lázaro. La mañana de ayer se presentaron 15 personas , más las que se acumularon por la tarde. Destaca, entre las solicitudes, la de Guillermo de Jesús Ciao Eberenyi, ex número dos de Organización Editorial Mexicana. Otro que pasó de noche, pero que ya solicitó su registro la tarde del martes, es el ex embajador Jorge Eduardo Navarrete.
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Enrique Peña Nieto, uno de los priistas mencionados con insistencia para el lejano 2012, le hizo ayer un guiño a la poderosa Elba Ester Gordillo, durante la celebración del 67 aniversario de la Sección 17 del SNTE, en Zinacatepec, Estado de México. “Para mi gobierno es fundamental la alianza con el magisterio”, dijo el mandatario mexiquense.

Las declaraciones del priista contrastan con las formuladas en Monterrey por Cesar Nava, secretario particular del presidente, en el sentido que el PAN tiene revisar si la conviene la alianza con el sindicato de maestros. En Arsenal, sin embargo, sabemos que el corazón de Elba Ester late por Marcelo Ebrard.