Dos mujeres.

Los días de encono parecen haber quedado atrás. Josefina Vázquez Mota y Elba Esther Gordillo lograron entenderse por fin. En Palacio Nacional, donde se llevó a cabo la firma de la Alianza por la Calidad de la Educación, mostraron que su relación es más cordial.

La poderosa presidenta del SNTE hasta dedicó unas líneas de su discurso a su nueva relación con la Secretaria de Educación. Luego de agradecer la participación de Vázquez Mota en la elaboración del Acuerdo, recalcó: “Dos mujeres nos podemos entender mejor, porque lo más importante es la patria", subrayó Elba.

Es una buena noticia. La antipatía y falta de comunicación entre la poderosa lideresa del sindicato de maestros y la titular de la secretaria del ramo, no parecía lo más conveniente para superar el rezago educativo en México. En el entorno de Vázquez Mota nos aseguran que el acercamiento entre las dos mujeres fue lento, difícil y laborioso. “Hubo muchos desayunos, comidas y cenas”, aseguran.

Su rivalidad llegó a convertirse en nota de ocho columnas. La presidenta del SNTE declaró públicamente que Josefina no sabía “nada” de educación. En los corrillos políticos se aseguró que la secretaria llegó incluso a poner su renuncia sobre la mesa. Nunca lo desmintió.

El tema de la educación convoca. El acto en Palacio Nacional fue muy concurrido. Allí se encontraban poderosos empresarios, representantes de las iglesias, el gabinete en pleno. Le tout Mexique diría una crónica de sociales.
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Uno que estaba feliz era el diputado Guillermo Xiúh Tenorio. El tercer eje del Acuerdo fue el que más le llamo la atención: la lucha contra la obesidad infantil y la reactivación de la educación física. Esa es su cruzada. “Salí muy motivado de Palacio Nacional”, nos confiesa.

Los desayunos infantiles se van a modificar. Ya no les darán a los niños leche entera, pan dulce, palanquetas. Eso lo hacían en la década de los setentas, cuando el propósito era combatir la desnutrición. Ahora se les dará leche descremada, fruta, cereal. Alimentos más sanos para niños que se mueven mucho menos.
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Chucho Ortega prosigue su cruzada para evitar la fractura en el PRD. El miércoles habló con Alejandro Encinas, su enconado rival en la elección interna. Ayer visitó en sus oficinas al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, líder fundador del PRD. Pero le falta el mero principal: Andrés Manuel López Obrador. Sin la venia del Peje no habrá acuerdo posible.

Jesús, por lo demás, ya rechazó una de las condiciones que puso Encinas para discutir la posibilidad de una presidencia interina de cuatro meses y el llamado a un congreso fundacional. “No voy yo a renunciar a mis derechos ciudadanos, no voy a renunciar a la posibilidad de recurrir a instancias jurídica. Espero que no lo ponga como condición”, dijo.

De paso, Ortega rechazò las versiones de que Nueva Izquierda podría moverse al Partido Social Demócrata de Alberto Begné. “No voy a salirme del PRD bajo ninguna circunstancia. Este es un Partido que millones hemos construido”, recordó.
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No pocas veces escuché la versión de que la eliminación del requisito de no haber sido dirigente de un partido político en los últimos cinco años, en la convocatoria para el segundo escalonamiento de los consejeros del IFE, en agosto próximo, llevaba dedicatoria para Jorge Alcocer. Recibimos ayer la lista de los 39 aspirantes que hasta ahora se han registrado y no aparece por ningún lado el director de Voz y Voto. ¿Habrá declinado? Es pregunta.
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Al correo de Arsenal nos llegó un comunicado de diversas organizaciones de familiares de desaparecidos y de defensa de los derechos humanos, para protestar por la condecoración que recientemente otorgó el Ejército mexicano al general Arturo Acosta Chaparro.
“Numerosos testimonios confirman que Arturo Acosta Chaparro, junto con otros militares como el fallecido Francisco Quiroz Hermosillo, participó en la tortura, desaparición y ejecuciones de decenas de campesinos y campesinas en el estado de Guerrero”, aseveran los firmantes.

Las organizaciones, entre ellas la Asociación de Familiares de Detenidos y Víctimas de Violaciones a Derechos Humanos (AFADEM): el Comité de Madres de Desaparecidos Políticos de Chihuahua, la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos. y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, dicen que el gobierno de Calderón y la SEDENA muestran una vez más su desprecio por los derechos humanos y su falta de respeto para quienes sufrieron graves violaciones a sus derechos humanos durante la “guerra sucia”.