¿Cónclave desairado?

La Habana.- La amenaza de desbandada obligó a adelantar un día la clausura de la “reunión del desagravio” a los cubanos por el comes y te vas. Aún así, algunos legisladores importantes de la delegación mexicana abandonaron el cónclave en el que, según el priista Manlio Fabio Beltrones, se puso la “primera piedra” para la reconstrucción de las relaciones entre ambos países.

Los coordinadores parlamentarios del PRD en ambas cámaras, el senador Carlos Navarrete y el diputado Javier González Garza, se regresaron a la Ciudad de México para participar en los trabajos del Consejo Nacional del PRD. Otros que abandonaron el cónclave antes de tiempo, sin dar explicaciones, fueron Emilio Gamboa, coordinador de los diputados del tricolor; y Dante Delgado, senador por Convergencia.

Había que cuidar las formas. “Si la clausura se hubiese realizado conforme al programa –este sábado al mediodía—corríamos el riesgo de hacerlo con un puñado de legisladores mexicanos y eso hubiese parecido un desaire”, comentó a este espacio el líder de los diputados de Convergencia, Miguel Ángel Jiménez

Beltrones, sin embargo, minimizó la ausencia de los jefes de las bancadas. El presidente del Senado hizo notar que la presencia de casi todos losn coordinadores importantes –faltó Creel-- en la ceremonia inaugural, constituyó un “mensaje político” que no debe dejar dudas de la importancia que para México tienen sus relaciones con Cuba.

La Novena Reunión Interparlamentaria, por cierto, resultó muy tersa. La declaración de La Habana, que hizo las veces de comunicado final, recoge un conjunto de buenos propósitos. No toca a fondo cuestiones torales que han distanciado a los gobiernos de México y Cuba, como son los derechos humanos en la isla. La Habana es intransitable en este tema. Para ellos equivale a injerencia en sus asuntos internos.



El comunicado dice al respecto: “Las dos delegaciones estimaron que las condiciones creadas por el Quinto Periodo de Sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, efectuado en Ginebra del 11 al 18 de junio pasado, constituyen un ambiente propicio para abordar un diálogo parlamentario abierto, franco, respetuoso, libre de perjuicios y de condicionamiento al respecto”

Y es que México ya no está obligado a votar sobre la presencia de una visitadora de los Derechos Humanos de la ONU. El tema no volverá a ser sometido al pleno de la organización en Ginebra. Eso le quita presión a las relaciones entre ambos países.

No hay nada tampoco sobre la deuda cubana con el Bancomext. Nos deben más de 500 millones de dólares, pero desconocen el adeudo. “No era el propósito ”, nos aclara Beltrones. El tema está en litigio. Ni los cubanos pidieron una renegociación, ni los mexicanos estaban interesados en agendar esa discusión. “Es un asunto de los Ejecutivos”, evadió el sonorense.

En el comunicado final, ellos manifiestan su solidaridad con el pueblo mexicano en el rechazo al muro que construye la administración de Estados Unidos. Nosotros a la persistencia del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a La Habana por los gringos
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La discordia se presento en la delegación mexicana. Los diputados se inconformaron con los senadores porque, aseguran, les dieron “planchado” el comunicado final. Manlio ni se inmutó por la queja. Para él es normal “planchar” un documento antes de llevarlo a las máximas instancias.
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Aprovechamos la estancia en La Habana para charlar con el diputado Tubal Páez Hernández. El es el vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Le preguntamos si en la isla hay expectativas de que con la llegada de Felipe Calderón a Los Pinos regresen tiempos parecidos a los de José López Portillo, quien llegó a declarar que pegarle a Cuba era pegarle a México.

“No tanto, hay un factor, un obstáculo importante que lo impide: la política de Estados Unidos”, repuso el cubano. Pero aclaró que también hay el anuncio de un nuevo camino. “Vamos a esperar si este asunto se corresponde con lo que nosotros deseamos”, remató.