Un divorcio que no se repetirá

Beatriz Paredes y Manlio Fabio Beltrones no van a reeditar el pleito en el PRI protagonizado por Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo, pronostica Francisco Labastida, ex candidato presidencial del Revolucionario. Esta bronca, usted lo recordará, contribuyó a dar al traste con la reforma fiscal en el sexenio de Fox.
El senador sinaloense califica como “normales” los jaloneos que hay entre la presidenta de su partido y el jefe de la bancada del tricolor en el Senado, reportados ayer en este espacio, pero está seguro de que muy pronto quedarán superados. “Ambos son profesionales”, destacó.
Labastida alega que, en el caso de Gordillo y Madrazo, el divorcio estaba cantado —“yo lo anuncié”, presume— desde que ambos hicieron fórmula para contender por la dirigencia nacional del PRI. “A los dos les ganó el hígado”, explicó.
Por lo pronto, Beatriz y Manlio se reunieron el pasado lunes con la intención de fijar una posición única de todo el priismo frente a la reforma fiscal. La presidenta del tricolor va a tener una junta este miércoles, con Emilio Gamboa, coordinador de los diputados, con idéntico propósito.
Pancho Labastida, por cierto, andaba muy sonriente ayer en el Senado. Está a punto de alcanzar una meta que se trazó hace un par de décadas: dotar a Pemex de un nuevo régimen fiscal. “Mira que ching… bonita, me quedó la exposición de motivos”, nos dijo, muy orondo. Su iniciativa, respaldada por legisladores del Frente Amplio Progresista, cuesta 60 mil millones de pesos —un tercio de lo que esperan recaudar con la reforma fiscal— y tiene la intención de liberar recursos para modernizar a la agobiada empresa paraestatal.
Un pequeño detalle: sin una reforma fiscal que permita al gobierno federal incrementar su recaudación, no habrá recursos suficientes para respaldar la iniciativa de Labastida.
Se vale entonces suponer que ya está amarrado el acuerdo básico para la reforma fiscal.
Hay un punto sobre el que los priistas llaman la atención. La necesidad de que el gobierno federal firme un acuerdo a largo plazo —se habla de cinco años— en el que se comprometa públicamente a informar en qué va a utilizar los 200 mil millones de pesos adicionales que, se estima, recaudará con la reforma fiscal.
La condición es que ni un solo peso vaya al gasto corriente.
La reforma electoral es otro tema que se vincula con insistencia a la fiscal. El tema aquí son los consejeros electorales del IFE. Por lo menos en el discurso, el PRD quiere cambiar a los nueve integrantes del Consejo. Es una de las condiciones para subirse a la negociación. Carlos Navarrete, coordinador de los senadores amarillos, lo reiteró ayer a este espacio.
Algo bueno salió ya de la visita de José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente del Gobierno español se comprometió con su par mexicano, Felipe Calderón, a mejorar el trato que se da a los viajeros mexicanos en tierras ibéricas, según el embajador de México en aquel país, Jorge Zermeño. Y es que los requisitos para visitar la madre patria se han endurecido considerablemente: hay que traer en la cartera el equivalente a 530 euros, por lo menos. A esa cantidad hay que sumar 53 euros por día de estancia y acreditar que se tiene boleto de regreso. Si se es invitado por amigos españoles, hay que llevar un permiso del gobierno, debidamente sellado, que muchas veces los policías ni siquiera reconocen. Zermeño dice que mensualmente son rechazados en las fronteras españolas unos 30 ciudadanos mexicanos, por no cubrir con esos requisitos. Este asunto fue tema de conversación entre ambos jefes de Estado, y Zapatero estuvo de acuerdo en que no se puede tratar así a los mexicanos, según el embajador.
No está resuelto aún el nombre del sucesor de Tomás Ruiz en Nueva Alianza. Entre los que deciden se menciona a tres candidatos: Emilio Zebadúa, ex diputado federal del PRD, Xiúh Tenorio, coordinador de Nueva Alianza en la Asamblea Legislativa y, Manuel Gómora, ex coordinador de asesores de Francisco Labastida.
La salida de Tomás Ruiz, aspirante a suceder a Fidel Herrera en el gobierno de Veracruz, tiene que ver con la unión que el presidente de Nueva Alianza suscribió con los priistas de esa entidad. A Elba Esther Gordillo no le gustó nadita que haya pactado con el adversario. Tampoco a Miguel Ángel Yunes, director del ISSSTE y el consentido de la profesora.

No hay comentarios.: