Tomás Ruiz ya tronó

Elba Esther Gordillo ha definido unilateralmente las alianzas electorales que ha hecho el Panal, sin tomar en cuenta a la dirigencia nacional del partido. Lo asevera el mismísimo Tomás Ruiz, presidente de Nueva Alianza, en un correo electrónico al que esta columna tuvo acceso.
Ruiz niega que él haya sido artífice de la alianza del Panal con el PRI en Veracruz, estado en el que —el colmo del pragmatismo— se formó una coalición de siete partidos en Boca del Río, incluido Nueva Alianza, que van a contender contra el panista Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del muy elbista director del ISSSTE
"La propuesta política que hizo el PAN para una alianza fue muy pobre en cuanto a distritos. El PRI realizó una mejor oferta", escribe Ruiz en su correo y asegura que él aconsejó que se apostara por la alianza con el PAN —y no con el PRI, como se maneja—, porque tendría más congruencia y, sobre todo, mayor éxito en el mediano plazo.
El dirigente de Nueva Alianza, quien en los próximos días renunciará a su cargo, jura y perjura que Gordillo le otorgó en un principio su confianza para decidir sobre la alianza, aunque, unos días después, la maestra volvió a llamarle, pero esta vez con el fin de informarle que la coalición se haría con el PRI, pues ofrecía una mayor ganancia política.
"En Veracruz, el magisterio siempre se ha declarado priista y parece que a la maestra no le quedó otra que jugar con sus agremiados. Sin embargo, ella cubre todo esto con los intereses que en esa entidad tiene con su gobernador Fidel Herrera Beltrán", puntualiza Ruiz.
Y remata: "La decisión fue de ella exclusivamente, y no dio ningún margen para la discusión… Ella hace prevalecer sus intereses por encima de cualquier lógica política a favor de su partido".
Esa es la razón por la que deja el Panal.
Lo dicho. En Los Pinos no quieren a Fidel Herrera. El gobernador de Veracruz ni siquiera fue requerido en la ceremonia de arranque, ayer, del último tramo de los trabajos de la autopista México-Tuxpan. Aprecian más al góber precioso, el poblano Mario Marín, y al de Hidalgo, Miguel Osorio Chong. A ellos sí los convidaron.
A pesar de que sabe que no es santo de la devoción del Presidente de la República, el mandatario veracruzano se quedó "de a cuatro" al enterarse de que no estaba en la lista de invitados. "Soy el que ha demandado, el que ha requerido, el que puso 50 millones de pesos, y ya ves…", se quejó amargamente.
A Fidel no le quedó más que especular. "Yo pujé para que el contrato le fuera adjudicado a la constructora Ideal, de Carlos Slim, y lo ganó ICA. A lo mejor por eso me dejaron fuera", señaló.
Nos cuentan que el lopezobradorista Alejandro Encinas ya habló con Jesús Ortega sobre la posibilidad de retirarse de la contienda por la presidencia del PRD, el año próximo, después de la paliza que recibieron los seguidores del legítimo en la elección de delegados a la Asamblea Nacional.
Nueva Izquierda y su sus aliados obtuvieron alrededor de 65% de los delegados a nivel nacional. Ganaron en 14 de los 18 estados donde se realizaron elecciones (en las demás entidades hubo acuerdo).
El DF fue una de las entidades donde perdió Nueva Izquierda (las otras fueron Quintana Roo, Sonora y Tabasco). Aquí ganaron los ebrards, los bejaranos, los batres y compañía, pero apenas 60-40, a pesar de que tenían el todo el apoyo del aparato de gobierno capitalino.
A los chuchos, sin embargo, les quedan otras dos batallas por ganar. Quieren que la elección de la nuevas dirigencia se haga en forma indirecta —sus aliados de ADN y otras corrientes se oponen— y que se busquen alianzas a nivel local con el PRI. En este último punto ya les dejaron claro que por ningún motivo harán alianzas con el PRI, del candidato Jorge Hank Rhon, en Baja California, o con el de Ulises Ruiz, en Oaxaca.
Por cierto, en el PRI ya festejan el supuesto repunte de Hank en las encuestas patito (le dan seis puntos de ventaja). Guillermo Aldrete Hass, secretario del Comité Estatal del PRI en Baja California, declaró contundente que si las elecciones fueran hoy, el abanderado del tricolor se quedaría con la gubernatura. Hay que verlo.
Moraleja de la semana: No hay que creerle más al chino.

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